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Joventut - Unicaja: Badalona, punto y aparte (85-81)

Perry y Djedovic pelean por un rebote.

Perry y Djedovic pelean por un rebote. / ACB Photo

El Joventut fue el simbólico rival que acabó con la tremenda racha de victorias del Unicaja en la ACB, 14. Con él justamente había comenzado en octubre pasado en el Carpena. Han sido tres meses largos de victorias sin parar, de un juego brutal. Y todo lo que queda por delante. La derrota (85-81) nunca es dulce, pero en algún momento tenía que llegar. Es un punto y aparte en una temporada que promete mucho. Dominó el Unicaja durante el grueso del partido, hasta bien entrado el tercer cuarto. Después, el encuentro fue un tiovivo. Y fue decidido con dos acciones defensivas de Shannon Evans, el último fichaje verdinegro. Un gran jugador ofensivo que metió dos manos claves con Kendrick Perry en los dos últimos ataques cajistas, con opciones de ganar y empatar el partido.

Fue un partido a cara de perro, con casi una veintena de cambios de liderato en el duelo. Racheado, con un buen inicio del Joventut, repelido por varios minutos al final del primer cuarto espectaculares del Unicaja, con Tyson Carter de base con la ausencia de Alberto Díaz. Y así sucesivamente, se fueron dando réplica los dos equipos sucesivamente. Con un faro como Ante Tomic. El croata, con 36 años, sigue impartiendo lecciones de baloncesto. Gobernó el ataque de su equipo (20 puntos, ocho rebotes y cinco asistencias para 28 de valoración) para mantener a su equipo en el partido cuando el Unicaja más apretaba. Cuando la defensa sobre él se ajustó más fueron apareciendo los jugadores exteriores, con un trío tremendo formado por Evans, Feliz y Andrews (43 puntos entre los tres), que fueron un dolor de cabeza. Como refería Ibon Navarro tras el partido, faltó solidez en situaciones de 1x1. Advertía el entrenador en la víspera que se había dado mucha caña física para llenar el tanque de gasolina en las últimas semanas y que podía notarse. Y es cierto que faltó lucidez, algo de ideas, en el tramo decisivo. Se estuvo en partido hasta el último segundo, con serias opciones de ganarlo. Y eso es lo que se le pide a este equipo, que combata en cada pista y que se exprima. Y así fue, lo dejó todo sin ser un partido óptimo, sin desarrollar el tope de energía que le convierte en imparable. Pero siempre con orgullo y pundonor.

Cuando el Unicaja dominaba por 11 puntos al final del primer cuarto (17-28) después de varios ataques tremendos, algunas transiciones casi sin botar y enlanzando pases para llegar al aro rival podía pensarse que el partido podía ser sencillo. Craso error. El Joventut se ha reconstruido a mitad de temporada tras dos fichajes fallidos y ahora va hacia arriba aunque no estará en la Copa. Más allá del trío exterior y Tomic, varios soldados más, con gente de la casa como es su seña de identidad. Aguantó al descanso el Unicaja (46-50), aunque ya el encuentro había cambiado de registro.

En la segunda parte, desde el final del tercer cuarto, un columpio en el marcador, con cambios de liderato constantes. Con Will Thomas tremendo para agarrarse al partido. Y algún momento para poner algo más de tierra de por medio que se desaprovechaba. A 22 segundos, una bola con uno abajo. Evans metió la mano cuando Perry encaraba el aro. Y, con dos abajo y tras el fallo en el tiro libre de Andrews, otra vez Evans impidió la recepción en un balón largo del de Florida. A la decimoquinta, el Unicaja no ganó. Contador a cero y a seguir disfrutando.

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