Luis Casimiro afronta sus horas más duras como entrenador del Unicaja. Su cargo está en el alambre ahora y una derrota en el Principado podría sería fatal para su permanencia en el banquillo. No obstante, el técnico intenta centrarse en la pista, en lo que sucede en el Gaston Médecin en tierras monegascas.

"Tenemos ante nosotros una nueva oportunidad en la segunda jornada de la Eurocup. El Mónaco lo hizo muy bien en la primera jornada ante el Nanterre, son un equipo muy físico, con un gran poderío en el rebote y debemos estar muy preparados a nivel mental y activarnos físicamente para controlar su rebote y desde ahí marcar el ritmo del partido", analizaba el técnico el encuentro.

El potencial del Mónaco, con exuberancia física y atlética, coincide con uno de los puntos débiles del Unicaja, talón de Aquiles en muchos partidos.