Luka Doncic, el astro con lazos con Málaga y el Unicaja

Luka Doncic (Ljubljana, 1999) es uno de esos talentos precoces, muy escogidos, que rebasa las enormes expectativas que levantaba cuando era un niño. Reclutado por el Real Madrid cuando era infantil de primer año, asombró en dos Minicopas, fue tentado por la FEB para jugar como español y ahora es un icono universal del baloncesto después de cinco temporadas en la NBA en las que ha ido escalando en el escalafón para ser uno de los rostros de la mejor liga del mundo. 32.4 puntos, 8.6 rebotes y 8.0 asistencias han sido sus números este año con los Dallas Mavericks.

El genio esloveno aterriza en Málaga, un lugar que le trae buenos recuerdos. Su debut como profesional en el WiZink fue ante el Unicaja en 2015 (lo hizo Chus Mateo después de que Pablo Laso fuese expulsado). Meses antes se le veía jugar en Nerja o Torrox con el primer equipo del Real Madrid con sólo 15 años en el Costa del Sol. Se le observaban maneras, venía precedido de una fama tremenda, que ha corroborado multiplicando las expectativas. Jugó 13 partidos oficiales contra el Unicaja y numerosas veces en el Carpena. También en Coín una fase de ascenso a LEB Plata con el EBA del Real Madrid y esos amistosos por la provincia en el Costa del Sol. Recibe el reconocimiento de la FEB con el premio especial en la Gala del Centenario, junto a Steve Kerr. Y el reconocimiento del público español, que, aunque no juegue con España, le ve como alguien familiar.

Doncic no evita el compromiso con su selección. Se le ha pedido que trabaje en verano para mejorar su cuerpo para la batalla de la temporada regular en la NBA y llegar fino a los play off, pero en Eslovenia es algo más que una deidad a su edad. Y ese vínculo con sus raíces pese a su formación, aproximación y debut en la élite en España explica por qué dijo no a jugar con una selección asidua en el podio y sí a otra que es la de su corazón. Es uno de los grandes atractivos de este torneo en Málaga, ver en España de nuevo a Doncic tras su consolidación en la NBA. Es su primer partido desde que en 2018 se marchó como campeón de Euroliga y Liga.

No es la mejor selección eslovena posible. Se despidió Goran Dragic, se lesionó en la preparación de suma gravedad Vlatko Cancar, flamante campeón de la NBA con Denver, no hay demasiado relevo en posiciones claves, el juego interior es pobretón para un nivel élite... Pero disfrutar de Luka Doncic no tiene precio. Viene de dar un recital tremendo en Ljubljana ante Montenegro, con un triple doble marciano para los parámetros FIBA.