Día duro en la oficina para España en el Eurobásket. Después de las grandes sensaciones desprendidas en la víspera ante Georgia, la selección se encasquilló ante Bélgica (73-83), que tuvo acierto y aplomo hasta desesperar a los de Sergio Scariolo, que tendrán que abrochar su clasificación para los octavos de final en la tanda final de partidos ante Montenegro y Turquía. Los belgas dieron el aviso para alertarse, este equipo no se puede permitir relajaciones.

En cuanto a la aportación de los cajistas, Darío Brizuela tuvo un fogonazo de talento en el segundo cuarto, con seis puntos consecutivos. Sería la cifra con la que acabaría (2/3 en tiros de dos, 0/3 en triples, 2/3 en libres), dos asistencias, un rebote y cinco de valoración. Estuvo en pista 11 minutos.

Alberto Díaz, mientras, también en la segunda parte tuvo minutos buenos defensivamente que ayudaron a España a remontar, aunque después no se pudo consolidar. El malagueño acabó con un punto (1/2 en tiros libres y 0/3 en libres) y una asistencia en 10 minutos. Hubo tramos en los que Scariolo colocó a Jaime Fernández, ya ex cajista, como base.