Málaga y Andalucía siguen con la línea de albergar el máximo número de eventos deportivos de calidad. Y ello puede derivar en un regreso de la Copa del Rey a la Costa del Sol, esta vez antes de la habitual secuencia de 6/7 años entre cada edición en el Carpena desde que en 2001 se organizó por primera vez, aquella de la explosión estruendosa de Pau Gasol. Desde entonces, 2007, 2014 y 2020 fueron los años en los que Málaga fue sede.

Tras la edición de Badalona 2023 aún no está decidida la siguiente, pero Málaga se postula y tiene serias opciones de acoger el evento de nuevo. Igual que está muy encarrilada la celebración de la Final Four de la BCL si el Unicaja consigue llegar, las tres instituciones (Junta, Diputación y Ayuntamiento) ven con buenos ojos la inversión de algo más del millón de euros de canon copero porque se considera que el retorno directa se multiplica por varias veces. 

También la ACB considera a Málaga una garantía porque aúna la afición, una ciudad manejable en el que se puede disfrutar el ambiente copero más la potente infraestructura hotelera y las buenas comunicaciones. En 2022 fue Granada la organizadora del torneo, en una maniobra de la Junta después de que estuviera en el aire la sede. Tras Málaga 2020 también llegaron Madrid 2021 (sin espectadores por la pandemia) y ahora Badalona 2023. 

La opción de Valencia está ahí latente con el flamante Roig Arena, que tendrá capacidad para 15.000 espectadores, pero a finales del año pasado se confirmó que se ampliaba la inversión y que también se retrasaría hasta entrado 2024 la inauguración, no estaría a tiempo para albergar la siguiente edición de la Copa del Rey. El habitual circuito suele incluir también al País Vasco, Madrid y Canarias.