Este domingo se jugó un curioso partido en LEB Oro, entre el Amics Castelló y el Tizona Burgos. Un equipo de zona baja contra otro que pelea por el ascenso. En cada uno de ellos dos canteranos del Unicaja que fueron dos de los tres últimos MVPs del Europeo sub 16 de baloncesto, Rubén Domínguez y Mario Saint-Supéry. El gaditano lo fue en 2019, ya cuando se había marchado del club hacia Madrid, primero a Torrelodones y después al Estudiantes, club que le tiene cedido en La Plana. El malagueño, en 2022. El tercero está en el junior del Unicaja también, el cordobés Guille del Pino.

La victoria fue amplia para el cuadro burgalés (72-112), por 40 puntos de renta. La tabla de LEB Oro es una locura. Primero, puesto de ascenso directo, marcha el Leyma Coruña (19-6) y después hay un cuádruple empate en el segundo puesto, con San Pablo Burgos, Movistar Estudiantes, Tizona Burgos y Gipuzkoa (18-7). Con 17-8, Lleida y Alicante. En la parte de abajo, Amis Castelló y Cáceres (donde hay otro canterano cajista, Pablo Sánchez) empatan en el penúltimo puesto, con 6-19. 

En el duelo particular, Rubén Domínguez estaba liderando con grandes actuaciones a su equipo pero esta vez se quedó en tres puntos (0/6 en tiros de campo) y un rebote en 14 minutos en pista. Promedia 10.5 puntos (38% en triples), 2.1 rebotes y 1.1 asistencias para 8.4 de valoración. Con 21 años está en un momento importante de su carrera. Se le vislumbraba como clarísimo jugador ACB, al menos, pero aún no se ha consolidado en la élite. Por talento debe llegar, sin duda.

Mientras, Saint-Supéry estuvo 21 minutos en pista, con ocho puntos (3/13 en tiros de campo), seis rebotes y tres asistencias para seis de valoración en el duelo en Castellón. En sus primer mes y medio en Burgos está en 10.3 puntos, 2.4 asistencias y 1.9 rebotes para 9.1 de valoración. Está jugando más de 16 minutos por partido, con buenas actuaciones, teniendo muchos minutos como base y en un entorno donde se practica un baloncesto agresivo y moderno.