Orfebrería con David Kravish

Tenía interés de equipos de Euroliga, pero su encaje en el equipo y el bienestar de su familia ha primado

Amplió su contrato hasta 2025 con un año más opcional

David Kravish celebra una canasta.
David Kravish celebra una canasta. / Acb Photo / M. Pozo

Cuando en verano había dudas sobre si había un cinco en la plantilla de garantías capaz de producir ofensivamente, el director deportivo del Unicaja, Juanma Rodríguez, solía responder que se esperara a ver a Kravish para juzgar. Se había quedado con su matrícula de su temporada en Manresa, la del covid cercenada, y siguió su trayectoria en los años posteriores. Tenía confianza en su rendimiento. Seguramente se está viendo el mejor escenario posible de prácticamente el 100% de los fichajes, algo imposible de imaginar en verano. Había una opción para renovar este verano al interior de Illinois, pero se ha acometido, como en anteriores casos, una negociación completa para un nuevo contrato.

El Unicaja se autorregaló como premio tras la clasificación para la Final Four de la Basketball Champions League el anuncio de la renovación de Kravish hasta 2025, con una opción por una temporada. Es la quinta tras las de Kalinoski, Perry, Djedovic y Ejim. Vendrán más en las próximas semanas. Esta es una de bastante valor. El pívot estadounidense, de 30 años, era seguido por equipos de nivel Euroliga. Evidentemente, la temporada del Unicaja está llamando la atención en el baloncesto nacional y europeo y los jugadores se han revalorizado bastante. El hábitat que ha conseguido crear Ibon Navarro para todos ellos es la clave para que todos rindan a niveles altos sin un minutaje desmesurado, algo que se mira bien en los clubes de élite. No sólo números sueltos, también implicación.

“No es un 10 en nada, pero da un mínimo de siete u ocho en casi todo”, es una frase que se suele emplear en el Unicaja para definir al pívot de Illinois. Su manita de media distancia, suerte en desuso pero muy válida cuando hay que crear espacios, su capacidad reboteadora, no un dechado de dureza pero buena colocación. Su casi tapón por partido, la capacidad para jugar por encima del aro o matar con contundencia. O para salir fuera de la línea de tres y cambiar el curso de una semifinal de Copa sacando de su guarida a Tavares...

Kravish es también parte del núcleo duro de jugadores americanos que se han integrado a la perfección. Junto a Perry y Kalinoski eran quizá los jugadores con los que más dudas podía haber, junto a Brizuela u Osetkowski, por las novias que podían tener. Pero su mujer y su hija pequeña están encantados en Málaga. Como le sucede a los otros dos compañeros, que han apostado por la estabilidad personal y profesional en un lugar en el que están cómodos. ¿Puede haber un riesgo al renovar todo el equipo? Seguro, pero más lo había rompiendo un bloque que ha demostrado con pruebas que funciona. En breve, más buenas noticias en forma de continuidades.

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