En marzo pasado, el malagueño Pepe Pozas sufrió una rotura parcial del tendón rotuliano de su pierna izquierda. Fue su último partido con el Obradoiro, el club donde se asentó en ACB, del que había sido capitán en sus últimos años y en el que se había convertido en referente. Con 29 años, Pozas prefirió este verano emprender un nuevo camino. Se le ofreció ser guía en el proyecto del Coosur Betis, con un contrato por tres temporadas hasta 2024. Y el base formado en Maristas y en Los Guindos eligió volver más cerca de casa.

Como él mismo recordaba en redes sociales, han sido 179 días sin jugar un partido. En este proceso largo de recuperación, seis meses, el maristeño ha trabajado en Málaga y en el Carpena, donde afianzó este verano su puesta a punto, ayudado por técnicos y responsables médicos. Alegró verle en el regreso a las pistas precisamente ante el Unicaja, en la Copa Andalucía. Será faro para Joan Plaza en este nuevo proyecto verdiblanco. Pozas saludaba a jugadores, cuerpo técnico y médico del Unicaja antes y después del partido, en el que tuvo minutos y se vio las caras con Jaime Fernández, compañero en España sub 20, y Norris Cole.

Consolidado en la ACB, con más de 200 partidos, después de aquellos años en el Clínicas Rincón en los que pudo madurar como también lo hiciera Alberto Díaz, Pozas es uno de los productos de Los Guindos que da valor al trabajo que se hace.