Resultado y crónica del Unicaja - Tofas Bursa

En carroza al Top 8 (76-68)

  • El Unicaja saca adelante un partido muy duro ante el Tofas Bursa y se asegura el primer puesto del grupo lJaime emerge en el último cuarto para decidir el encuentro

Carlos Suárez celebra una buena acción de sus compañeros.

Carlos Suárez celebra una buena acción de sus compañeros. / Javier Albiñana

En una bonita noche europea en el Carpena, el Unicaja firmó una sobria, trabajada y capital victoria ante el Tofas Bursa (76-68) que tiene premio múltiple. El equipo malagueño firma el pase al Top 8, cuartos de final, como primero de grupo. Se garantiza el factor cancha ahí. Conquista un triunfo que refuerza la construcción del equipo, que ha amarrado tres victorias consecutivas en el Carpena incorporando jugadores a la causa. Casimiro era consciente de la importancia del encuentro, pero por cómo exigió el Tofas debió usar su quinteto de seguridad demasiado tiempo. Y necesitó que Thompson, Gerun y Toupane lo hicieran bien en el último cuarto. Y lo consiguieron.

Pensando con las luces largas, el Unicaja va construyéndose un buen cuadro, trabajándose con resultados un buen camino hacia la final. Vistas las fatigas que pasan equipos teóricamente poderosos como Virtus o Galatasaray, hay que darle también valor a lo que se hace, aunque sea una obligación estar entre los ocho mejores de la competición. Hay que rematar ahora en Badalona el Top 16 ante un Joventut eliminado ya para garantizarse factor cancha también en unas hipotéticas semifinales.

El Unicaja salió a buen nivel, con triples de Adams para distanciar (16-7) y buena circulación de balón, pero el Tofas se refugió en una zona para, poco a poco, recortar distancias. Desapareció esa fluidez y una melonada de Adams, tirándose un triple en carrera sin apurar la posesión para acabar el cuarto, le dio al Tofas la opción de marcharse arriba en el marcador (20-21) tras los 10 minutos.

Se vieron a continuación excelentes minutos en el segundo cuarto. Muy buenos defensivamente, negando tiros cómodos al rival. Otra vez con un Rubén Guerrero a un nivel muy serio, de pívot de verdad. Al descanso, nueve puntos de renta (43-34), pero con un altísimo porcentaje de tiro (63% en tiros de dos y 50% en triples). Y sólo un tiro libre lanzado, un adicional de Gerun. El dominio del rebote cajista le permitía vivir cómodo.

El Unicaja dilapidó en cuatro minutos horribles al arrancar el tercer cuarto lo que había construido durante una primera parte sobria. Quedaba señalado Thompson, con malas decisiones y ejecuciones. Un 0-13 de parcial en cuatro minutos puso el partido cuesta arriba. Casimiro recurrió a su quinteto de cabecera, conformado básicamente por los españoles más Waczynski ahora mismo. Se equilibraron fuerzas en ese momento, aunque el Tofas apretaba y dejaba constancia de que era un equipo muy serio. Ahora era Phillip el que hacía daño, mezclado con retazos de Sammy Mejía. El partido se igualaba (59-59) con 10 minutos para el final.

Echaba el Unicaja de menos la inspiración de los últimos partidos de Jaime Fernández, estaba errático el madrileño, sin esa chispa que había sido básica para el crecimiento del equipo. No sólo por lo que produce per se, sino porque lo que multiplica a los compañeros. El partido se había endurecido, en un alto nivel físico. Pasaron más de tres minutos sin ninguna canasta. Y ahí, ahora sí, llegó Jaime, que para eso es el jugador diferencial. Un triple tras pasar un bloqueo, un robo de balón en la segunda ayuda en una gran defensa colectiva y un pase con efecto para Gerun para dar una renta muy interesante (68-61) con la igualdad reinante. Cometió la cuarta falta y Casimiro le resguardó a tres minutos del final. También tuvo un par de buenas acciones Thompson, mejor cuando volvió tras el banquillo. Y Toupane, que no debe dedicarse a construir sino a ejecutar y en contextos concretos, metía un triple esencial (71-63) a falta de dos minutos y medio. Apretó el Tofas (71-68), pero volvió Jaime a la pista. Canastón en penetración y asistencia a Alberto para que el pelirrojo metiera un triple matador desde la esquina (76-68). Por eso no se debe dudar de los buenos nunca.

El Carpena vibró con su equipo, que respondió y dio la talla en un duelo en el que el rival demostró una gran seriedad y exigió mucho. Una semana después de que se escenificara una protesta seria de la grada, apenas quedó la pancarta de marras. Y Casimiro se retiró al vestuario señalando a Eduardo García, dedicándole un triunfo con el que se va en carroza al Top 8.

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