Unicaja

El regreso de Romaric

  • "Para mí siempre es especial jugar en Málaga”, dice el congoleño, que viene con el Cafés Candelas el próximo domingo

Romaric bota el balón en un partido con el Breogán.

Romaric bota el balón en un partido con el Breogán. / ACB Photo

En Los Guindos se le veía como un claro proyecto de primer equipo. Jugador de ACB seguro, faltaba ver si para nivel Unicaja. A sus 21 años, Romaric Belemene madura en el Cafés Candelas Breogán, una vez se desvinculó el pasado verano del Unicaja. La ruptura fue cordial. Días después de la rescisión se le veía entrenando junto a Boni Ndong en Los Guindos.

Romaric llegó en 2012 a Málaga, en el primer año cadete. Formaba parte, aunque era un año menor, de la tremenda generación que lideraban Domantas Sabonis y Francis Alonso y en la que también germinaban Kenan Karahodzic y jugadores malagueños como Enrique Cortés o Andrés Aguado que ahora compatibilizan deporte y estudios en Estados Unidos.

No está teniendo demasiado protagonismo Romaric en este arranque de temporada en Lugo. Juega nueve minutos de media por partido, con 2.3 puntos y 1.8 rebotes. Este domingo aterriza por el Carpena.“Para mí siempre es especial jugar en Málaga. Ya cuando volví con el Manresa fue muy emotivo. Es un partido especial y personalmente me encuentro con muchas ganas de hacerlo bien ante los que fueron mis entrenadores que me enseñaron a jugar y con mis amigos”, decía el congoleño en declaraciones que recoge El Progreso de Lugo.

Romaric piropeaba el nivel actual del equipo en el que se formó desde los 15 hasta los 21 años. “Es uno de los grandes de esta Liga, es una cancha muy complicada. Nuestro objetivo es ir con mucha humildad pero también a ver si podemos darles un susto. El primer objetivo es el de competir y siempre con la esperanza de poder sorprenderlos. Hay que salir muy fuerte desde el principio, sin reservar nada”, proseguía Belemene, buen amigo de Viny Okouo, miembro del plantel actual cajista, aunque no cuenta para Luis Casimiro ahora mismo.

Sobre las posiblidades de su equipos, Romaric decía que “tenemos plantilla de sobra para mantenernos, pero aún hay que encajar a todas las piezas. También tenemos que jugar fuera con la misma confianza con lo que lo hacemos en el Pazo. Tenemos que salir a jugar como lo hacemos en Lugo y además de trabajar, creernos que estamos capacitados para hacerlo”, selló Romaric, que regresa con ganas de hacerlo bien pero sin rencor ninguno hacia el Unicaja.

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