Mientras Folgueiras, Saint-Supéry y Chiki Gil traían otro medalla para Málaga, Alberto Díaz se pone a punto para un Mundial donde el capitán del Unicaja buscará prolongar ese idilio con la selección del pasado verano, irrupción que no pudo ser más positiva. En un grupo donde ha adquirido cierto peso, ahora es difícil concebir una España sin ese factor, imprescindible en el Eurobasket, corazón de un gran Unicaja; por ello debería ser un fijo para Sergio Scariolo, si todo sigue su curso. Hacia Madrid por lo tanto se mira con lupa, búnker de la selección hasta llegar a Málaga la próxima semana, ese Torneo Centenario que pondrá patas arriba la ciudad, y, entre tanta figura estelar, jugará Alberto Díaz en el Carpena, un lugar que por otra parte se mira con mejores ojos en los últimos tiempos. Motivo de orgullo para el baloncesto malagueño, donde además coincidirá como pregonero de la Feria de Málaga. De deportista a icono de la ciudad.

En un año natural que ha sido primoroso, algo manchado por las pérdidas de Martín Urbano o Francisco de Paula Molina, puede coronarlo Alberto Díaz como cuarto jugador malagueño en jugar un Mundial, tras Nacho Rodríguez, Carlos Cabezas y Berni Rodríguez; tercero si España es capaz de revalidar una corona que tampoco es descartable, el ir sin hacer excesivo ruido es una fórmula que ha funcionado de lujo a los de Scariolo, ahora más controlados al ser campeones de Europa. Es el turno del canterano después de un verano donde se acumulan siete medallas de producto Unicaja; plato fuerte que llega a partir de agosto, sinónimo de selección absoluta.

Camino de una semana de concentración, siempre arrimado a Darío Brizuela, difícil encontrar una instantánea donde no estén pegados, horas seguro de confidencias profundas tras la salida inesperada del donostiarra. Hueco que hay que justificar desde el primer día, verano que ha venido de perlas a la salud de Díaz después de una última fase de curso con el Unicaja durísima, pagaron el desgaste los de Ibon Navarro, pero él en particular. Unas vacaciones extensas en Japón, quizá una primera toma de contacto antes de que España parta hasta esa cita mundialista; en el país nipón, Filipinas e Indonesia. Llega su momento con la selección, introducción a segunda temporada como capitán en Málaga.