Unicaja

Tyler Kalinoski, más que un tirador

Tyler Kalinoski, durante el encuentro con el Casademont Zaragoza.

Tyler Kalinoski, durante el encuentro con el Casademont Zaragoza. / Pepe Gómez

Las etiquetas pretenden condensar todo lo que alguien o algo es en una sola palabra. A veces orientan, otras confunden. En Málaga se sabe mucho de las etiquetas y como desmontarlas. Sin ir más lejos, el defensor Alberto Díaz clavó varios triples y canastas importantes con la selección española, al igual que lo hacía con el Unicaja, y el gran público no tuvo más remedio que descubrir que el base malagueño excede por los cuatro costados a la etiqueta de defensor. Lo que no quita que lo sea, uno excelso además. A Tyler Kalinoski le ocurre algo similar. Hay que hablar del tirador que fichó en verano el Unicaja. 

El escolta de Ohio fue una de las sorpresas de la competición la pasada campaña y, junto a Musa, uno de los responsables de la buena temporada que cuajó el Breogan. Con el equipo de Lugo cerró la carta de tiro a final de curso en un magnífico 47%, un dato de supertirador que le valió la atención del Unicaja en verano. Con lo malagueños tardó un poco en coger ritmo en el lanzamiento, pero poco a poco se acerca a los guarismos de la temporada 2021/22. Kalinoski es el jugador cajista que más triples ha intentado y convertido en lo que va de campaña, con un 36 de 83 (43,4%). Curiosamente, la estadística del porcentaje de acierto la lidera Tyson Carter, que está en línea ascendente, como todo el Unicaja, y acumula un 29 de 58 (50%) en triples. 

Los últimos tres partidos refrendan que la mecánica del estadounidense está intacta. Tras los duelos ante Valencia, Dijon y Zaragoza acumula 15 de 25 desde el 6,75. Un mayor aire de exhibición tanto coral como personal tuvo el encuentro con el equipo maño, en el que Kalinoski solo lanzó de tres y acertó en siete de nueve ocasiones. Una gozada ver un jugador de sus capacidades demoler al equipo rival sin paliativos. Ahora bien, también ha tenido malos encuentros de cara al aro, como en general los ha tenido el equipo y han sabido sacar los triunfos sin depender del tiro exterior. 

Es por eso que, sin estar siempre en estado de gracia, el escolta tiene su hueco en la rotación por el resto de cosas que aporta en la pista. El mínimo defensivo ya lo estableció Ibon Navarro a comienzo de temporada, secundado por el nivel de Alberto, Lima y Ejim protegiendo su propia canasta. El listón está donde está y el que no llegue no estará en pista, porque por detrás siempre habrá alguien que llegue. Esta filosofía que estructura la rotación cajista hace que el jugador más utilizado no pase de los 21 minutos de media (Osetkowski con 20:17). 

En otro aspectos del juego cumple con garantías su labor cuando está en pista. Kalinoski promedia tres rebotes, algo más de asistencia y media por encuentro y no es un jugador castigado por las faltas. Un dato curioso, fuera del juego interior, es el jugador de la plantilla con más tapones (3) a favor. En definitiva, el tirador tiene una dimensión mucho más amplia que su tiro, cumpliendo con solvencia en todo lo que su entrenador requiere de él, a la par que es un jugador diferencial en el ataque del Unicaja.  

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