Más allá de lo que sucede en la competición, el Málaga tiene que seguir avanzando en el próximo mercado invernal. Independientemente de los puntos con los que llegue al final de 2022, más o menos cerca de la permanencia, hay carencias que cubrir y serán algunas más de las previstas. De momento, la entidad ha logrado incrementar su margen salarial para la ventana de enero y cuenta con algo más de 500.000 euros en estos momentos.

No es demasiado y se queda algo corto para las pretensiones del Málaga con vistas a remodelar su plantilla y dotarla de nuevas herramientas. En los despachos de Martiricos intentan sin tregua buscar fórmulas para que LaLiga permita estirar un poco más la cifra y así poder acceder a más fichajes. El club se ha movido bien en ese terreno en los últimos años y existe cierto optimismo en que se conseguirá mejorar el margen salarial.

Con la incorporación de Lumor Agbenyenu semanas atrás, se ocupó una de las cuatro licencias disponibles para futbolistas profesionales. Así que tiene tres vacantes, con prioridad para los costados pero cada vez contemplando otros posibles refuerzos tanto en defensa como en ataque.

Juega aquí un papel fundamental Pepe Mel y sus apreciaciones sobre el estado de la plantillas y las urgencias a cubrir en el mercado de fichajes. También para las posibles salidas, que se van a intentar acelerar para liberar espacio y carga.

Por otro lado, el Málaga sigue a la espera de ver si es capaz de concretar la operación de regreso de Yanis Rahmani. Con el jugador no hay inconveniente, pero todo depende del Eibar, que no tiene problemas de liquidez.