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Laboratorio abierto

  • Ángel Cañete, Boni Ndong y Paco Aurioles, los ayudantes de Luis Casimiro, explican en qué consiste el trabajo de tecnificación que se realiza durante este parón

Paco Aurioles da instrucciones a Alberto Díaz en un entrenamiento.

Paco Aurioles da instrucciones a Alberto Díaz en un entrenamiento. / Jesús Mérida

“Es el cuerpo técnico del Unicaja, no mi cuerpo técnico. Es muy bueno y es patrimonio del club”, decía Luis Casimiro el martes en su entrevista en la Cadena Cope. Está muy satisfecho el entrenador manchego con Ángel Sánchez-Cañete, Boni Ndong y Paco Aurioles y con el resto de ayudantes de otras parcelas que facilitan el trabajo. “Ha mejorado bastante el club en estructura”, decía antes del inicio de Liga cuando se le preguntaba por diferencias con su primera etapa en Málaga.

Delega, en estos días de ausencia de internacionales, buena parte del trabajo Luis Casimiro en sus ayudantes. Ha referido varias veces el técnico que se incidiría en la técnica individual durante este parón. ¿Cómo se consigue a nivel profesional en un valle de la temporada como el actual? Málaga Hoy habló con Cañete, Ndong y Aurioles para que ofrezcan una aproximación a la labor que se practica estos días.

Ndong se ocupa habitualmente de los hombres grandes (Suárez, Wiltjer, Okouo, Shermadini, Lessort y Stilma) y Aurioles de los exteriores (Díaz, Roberts, Fernández, Salin, Waczynski, Salin y Milosavljevic), con Dani Díez alternando los dos grupos. Ambos fueron jugadores profesionales de larga trayectorias en esos respectivos puestos.

Cañete realiza un trabajo integral. “Normalmente, en cada sesión habitual están programados 8-10 minutos para técnica individual, en estos días la proporción es inversa”, refiere el técnico paleño mientras Carlos Suárez y Alberto Díaz hacen ejercicios de tiro con el Doctor Dish, la máquina que sirve balones a la velocidad y fuerza que se programa para que los jugadores practiquen el tiro. “Con la máquina se pueden hacer 100 tiros en cinco minutos, que es una cantidad bastante alta. En el tramo final los jugadores, sobre todo si tienen una técnica que incluye mucho salto, notan la dureza de piernas. La máquina es una buena ayuda, aunque a algunos jugadores no les llene”, asevera Cañete.

Paco Aurioles explica cómo se trabaja estos días con Alberto Díaz y Brian Roberts. “Intentamos compatibilizar uno que sale de la lesión y otro que tenga algo de descarga. Se trabaja fundamentalmente el manejo, el tiro y el pase, readaptando con Alberto en algunos ejercicios, en 1x1 y 2x2”, describe Aurioles, que destaca la disponibilidad de Brian Robert, el jugador más veterano del plantel (cumple 33 años el lunes), para trabajar: “Trabaja fundamentos porque básicamente a él le gusta. Él utiliza muchos gestos diferentes de step back, paradas y tiro... Eso hay que entrenarlo, eso no se puede improvisar. También los tiros cortos y las bombas, que en la semana con dos partidos no hay apenas tiempo para ensayarlas, pues ahora tenemos más. A él le gusta trabajar el manejo. Por ejemplo, esta semana hemos introducido algunos ejercicios con pelota de tenis y hace los juegos muy bien, se lo toma como un reto y los hace espectacular”.

“No queremos sobrecargar”, advierte el técnico malagueño: “Hacemos 3-4 repeticiones de cada ejercicio por cada lado y tras 25-30 minutos de fundamentos nos pasamos al tiro. Hemos hecho algo con contacto porque nos viene bien que Alberto vaya haciéndolo. De poste bajo, de cara, pasando el pick and roll...”

“Los tres fundamentos básicos de este deporte son el bote, el pase y el tiro, pero todo gesto que se realiza en los partidos se trabaja antes. El euro step, el step back, bombas, tiros con parábola. Con la máquina hemos hecho ejercicios de recibir y botar porque con la red que tiene obliga a hacer tiros bombeados cerca del aro simulando a rivales poderosos que van al tapón”, prosigue Aurioles, que incide en la idea anterior de Cañete: “Se entrenan fundamentos 8-10 minutos en cada sesión menos en la previa antes del partido, que hacemos tiro. De trabajo de fundamentos y tecnificación. Casi siempre la utilizamos para hacer rueda de los movimientos que tenemos. Por ejemplo, una salida de doble bloqueo para tirar, una salida con pick and roll directo para pasar... Casi siempre hacemos los ejercicios orientados al tiro sobre los movimientos preparados. Ahí vamos variando, como atacar una recuperación, hacer un close out (recuperar un desajuste). Se puede entrenar tanto para que el que llega a hacerlo como para el que se le ataca”.

Mientras, Boni Ndong explica que realiza “más trabajo específico, por ejemplo el poste bajo para Carlos, Dani y Viny. El tiempo que no tenemos durante la temporada pues lo usamos ahora. Hay situaciones de 1x0, después 2x2 para aproximarse a situaciones de partido. Pero mirando sobre todo el aspecto técnico. Por ejemplo, con Dani Díez, que podría jugar en el poste bajo de tres, pues corregimos y hablamos detalles para mejorar algo”, analiza el ex jugador africano, que entiende que “es una oportunidad porque la técnica individual ayuda a ser mejor jugador. Durante el año, quien quiera mejorar tiene que sacrificar su tiempo y su descanso viniendo media hora o una hora antes, como hacemos con los jóvenes. Los profesionales tienen su gran carga física y tampoco podemos obligarlos”.

“Más que introducir conceptos o movimientos nuevos, lo que intentamos es mejorar lo que cada uno tiene, corregir, por ejemplo, lo que decía de Dani en posiciones de poste bajo, con el 2x2”, continúa Ndong.El que fuera gran pívot senegalés, no obstante, apunta que el gran progreso del jugador se debe realizar en los meses estivales. “El que quiere mejorar tiene que trabajar en verano, no hay otro secreto. El que quiere mejorar físicamente, el que quiere mejorar técnicamente... Es el verano. El mejor ejemplo es lo que pasa en Estados Unidos. Los jugadores de la NBA no entrenan nada durante el año, muy poco [Ndong jugó allí en los Clippers]. En verano se matan todos, saben que ahí es donde pueden crecer físicamente, en el tiro, en técnica individual”, aseguraba Ndong, que tiene presente una enseñanza de un mentor tiempo atrás: “Un entrenador me dijo un día hace tiempo. ¿Cuántos tiros tomas para mejorar? ¿20? ¿30? Eso no vale. Tienes que empezar a partir de 500. 600, 700... Cada día. Hay que trabajar y el verano es el momento”.

“La temporada es exigente, pero quien quiere puede trabajar. Yo, por ejemplo, hacía cuando jugaba 30 minutos de gimnasio cada día. No cosas duras para perjudicarme, sino algo concreto. O 20 minutos para tirar. El perfecto ejemplo aquí es Alberto Díaz. Se queda no media hora, sino una hora y a veces dos. Recuerdo también a Kyle Fogg, que venía 40 minutos antes y se quedaba una hora más. Cuando trabajas más, tu cuerpo se acostumbra, es rutina”, reflexiona Boni Ndong.

No hay demasiado tiempo durante la temporada, pero uno de los pocos réditos de un parón a contrapié es que los jugadores que se quedaron pueden depurar durante unos días su técnica individual. Porque el laboratorio técnico sigue abierto.

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