El primer plato es el solomillo para el Unicaja en esta Copa del Rey. El rival ante el que más veces ha jugado en su historia en partido oficial, 134 veces, con 39 triunfo malagueños y 95 barceloneses. Un 29% de triunfos. Es curioso en que justo en el día que, dentro de los actos del 30 aniversario por la fusión Caja de Ronda-Maristas, se celebraba una charla en la Sociedad Económica de Amigos del País recordando aquella final del 95 ante el cuadro catalán que revolucionó el baloncesto en Málaga llegara este sorteo que emparejaba al que ha sido enconado rival malagueño durante muchos años.

Qué decir el Barcelona, sin discusión uno de los cinco mejores cinco equipos de Europa, presente en las dos últimas Final Four y en la actualidad colíder de la ACB junto al Real Madrid y de la Euroliga junto al equipo blanco, Olympiacos y Fenerbahce. Pura élite continental. El estilo Jasikevicius ha ido moldeando al equipo desde que llegó en 2020. Una Liga (2021) y dos Copas del Rey (2021 y 2022) venció. Le ha ido imprimiendo su sello, un equipo que no hace un baloncesto deslumbrante pero una máquina de ganar y de competir. El Barça es el vigente campeón de las últimas dos Copas del Rey y dominador del torneo en el último lustro (ganó cuatro de los cinco torneos que se disputaron, con la excepción de 2020 en Málaga en esa final Madrid-Unicaja) se medirá a un equipo malagueño que, situado en la quinta plaza, aspiró a ser cabeza de serie hasta la última jornada de la primera vuelta.

Las tres veces que el Unicaja alcanzó una final, incluida la de su título en 2005 (las finales fueron en 2009 y 2020), aterrizó en el torneo sin ser cabeza de serie, eliminando a equipos mejor situados en la primera vuelta por el camino. Se trata de un duelo que puede estar marcado por las defensas, ya que el Barça es el segundo equipo que menos puntos ha encajado en lo que llevamos de temporada 2022-23 (73,2) y el Unicaja (75,9) es el cuarto en ese ranking. Álex Abrines pondrá el morbo midiéndose a su ex, mientras que en el bando malagueño Nihad Djedovic sabe lo que es vestir la camiseta rival, llegando a debutar con los barcelonistas allá por la campaña 2007-08.