Carlos Suárez disputó este pasado lunes los mejores minutos como jugador del Unicaja desde que se recuperó de su lesión. A sus 35 años el madrileño está de vuelta tras dejar atrás definitivamente esas constantes molestias físicas que le han mantenido más fuera que dentro en las últimas tres campañas. Quiere adaptarse a su nuevo rol, alejado de grandes cifras pero capaz de aportar su granito de arena y su cuota de veteranía y rigor defensivo. 

Ante el Dijon francés, en la tercera victoria consecutiva en BCL donde el Unicaja domina y se ve superior en este arranque de competición, el capitán disputó 20 minutos en pista, más que en el acumulado de los cuatro partidos anteriores donde había tenido presencia el ala-pívot. Su aporte durante este tiempo fue de seis puntos –clavó dos triples–, cuatro rebotes, dos robos y dos asistencias para acabar con 11 de valoración. En los cuatro partidos previos, uno de BCL y tres de Liga Endesa, el capitán no había superado los 14 minutos en pista.

"Era muy importante el partido para Carlos. Yo personalmente no estaba 100% convencido del físico de los rivales y este partido le va a ayudar a él, al equipo y a mí. Va a estar preparado para los próximos partidos, en los entrenos lo está haciendo muy bien", explicaba Fotis Katsikaris tras el partido ante los galos y analizando individualmente la aportación de Carlos Suárez, con el que gana un jugador versátil, de suma experiencia y que asegura un plus extra de rigor defensivo y rebote. 

Ante el Nizhny Novgorod en BCL también disputó minutos, cinco en total. No logró sumar puntos con un tiro de dos errado y agarró un rebote ofensivo. También rondó los cuatro minutos en los partidos de ACB ante Río Breogán y Baxi Manresa, y unos segundos ante el Barça. Sumó apenas dos puntos. No fueron buenos minutos con él en el campo del equipo en partidos grises.

Su vuelta agrada a todos, especialmente a un Katsikaris que considera que puede sacarle partido y rendimiento al juego del capitán cajista. No espera de él grandes cifras de anotación pero sí un perfil de jugador que puede aportar en momentos puntuales en los que se necesita regularidad, experiencia y cabeza. Su capacidad para el rebote y nivel defensivo están ya constatados, también su buena circulación con la pelota.