Estos días el Unicaja se ha metido de lleno en el laboratorio con Ibon Navarro. El técnico, ya más asentado en Málaga, ha aprovechado esta semana para ir introduciendo su filosofía en la plantilla. Es cierto que la selección española se llevó a cuatro jugadores (Rubén Guerrero ya volvió lesionado), pero es trabajo adelantado con el grueso del equipo. No había tiempo que perder porque lo que está por delante es sumamente importante. La victoria en Fuenlabrada dio un respiro, confianza y cierta perspectiva para mirar la situación de otra manera, pero no hay que olvidar que es delicada. La llegada de Cameron Oliver, que aterriza hoy, se entiende como una subida de nivel de la plantilla, principalmente en lo físico.

Viene un tramo de competición muy, muy exigente. Serán ocho partidos en apenas 25 días, una trituradora donde el Unicaja se juega mucho. En la ACB porque puede ser el mes definitivo para alejarse de los puestos de abajo y, por supuesto, en la Basketball Champions League, donde se resuelve el Round of 16 y se reparten los billetes para los cuartos de final. Conviene recordar que la Final Four en esta edición es en España.

Empezando por la BCL ahora es cuando toca confirmar el caché del conjunto malagueño. Está bien partir de las primeras plazas de la parrilla, pero ahora hay que confirmarlo en el parqué. Y en el torneo europeo el escenario es complejo. Ahora el balance es de 1-2 y los cajistas ocupan el tercer lugar del Grupo K. Por delante están el Cluj y al Prometey, ambos con 2-0 y con un partido entre ellos por disputar atrasado. 0-3 tiene el Oostende. El margen de error es escaso para los de Ibon Navarro que el 8 de marzo deben visitar Transilvania, el 16 Bélgica y el 22 reciben a los ucranianos en el Carpena. El pase exige dar varios pasos adelante a domicilio. No hay que obviar que caer eliminado en esta ronda sería una decepción tremenda.

En la ACB marcha en duodécimo lugar con 8-12 tras 20 partidos, a dos triunfos del corte del play off, aunque el UCAM Murcia tiene dos encuentros menos. Va a ser una misión ciclópea terminar la fase regular entre los ocho mejores. La Copa del Rey ha evidenciado que el nivel de los que están arriba es alto, teniendo en cuenta que hay otros que aprietan por detrás como el Baskonia. Una selva.

Precisamente los murcianos serán con los que el Unicaja retome la Liga Endesa el próximo 5 de marzo en casa. Una derrota abriría más una brecha que ya es grande. El problema de cuando las cosas ya marchan mal es que se juegan finales casi cada día, de ahí que la presión siempre sea alta. Luego habrá visitas al Herbalife Gran Canaria (otro rival por el play off) y al Obradoiro (que lucha por salir de abajo). Los gallegos, con un choque más, sólo tienen una victoria menos. Después los malagueños reciben en casa al Betis (pega bocados por salir del descenso) y al Bilbao Básket. Marzo viene con el listón por las nubes.