Valencia a Euroliga, Unicaja a ¿BCL?

Desde hace unos 20 años había habido duelos trascendentes ligados a la historia del Unicaja y el Valencia Básket. En mayo de 2004 hubo uno que cambió la historia de los dos clubes. El Unicaja ganó en un quinto partido de cuartos de final de la ACB en La Fonteta, aquel en el que Sergio Scariolo ordenó defender 40 minutos en zona. Pocos puntos de inflexión más evidentes que aquel. El Unicaja se metió en la Euroliga, de la que no se cayó hasta 2016. Se montó en el AVE del baloncesto europeo el equipo malagueño y enlazó en el siguiente trienio los títulos de Copa y Liga antes de llegar a la Final Four.

En 2017 hubo otro momento trascendente. En la final de la Eurocup había en juego un título y un billete para la máxima competición europea. En el tercer partido, el equipo malagueño volteó de manera heroica y consiguió el pasaporte para su última participación en la Euroliga, la 2017/18. Una novena posición que ahora se ve utópica. Fue el canto del cisne del gran Unicaja. El equipo taronja tuvo un coletazo de orgullo y ganó la Liga y también jugó aquella Euroliga. Después ha alternado entre ella y Eurocup.

Evidentemente, todo ha sido larvado durante años, pero esta semana ha llegado la confirmación que el Valencia Básket jugará la próxima edición de la Euroliga. Extraoficialmente, jugará con una invitación de dos años y después con licencia B tres años más. La coyuntura de la desaparición momentánea de los equipos rusos por las sanciones tras la invasión de Ucrania ayudó, pero la apuesta económica del mecenas Juan Roig ha tenido su premio. Ocurre esto en los mismos días en los que el Unicaja mendiga una invitación en la Basketball Champions League, que no se ganó en la pista, tercera competición europea en el escalafón. Es debatible, vista la nómina que habrá en la Eurocup (empobrecida sin equipos rusos y con los ‘ascensos’ de Virtus, Partizan y Valencia), si la próxima edición de la Basketball Champions League será mejor. Es probable que así sea. Sólo Joventut y Gran Canaria estarán de la ACB en la Eurocup.

La decisión de cambiar la esfera Euroliga por la FIBA, explicada varias veces por el presidente, Antonio Jesús López Nieto, es irreversible para el Unicaja, al menos hasta un cambio de dirigentes. Se barrunta una unificación a medio plazo, hay necesidad de que el baloncesto europeo acabe con sus guerras intestinas. Pero, de momento, no llega. Este viernes acabó el plazo para inscribirse en la BCL. Y esta semana que entra se desvelará si el Unicaja entra en la máxima competición de la FIBA. Los responsables tienen previsto viajar a Suiza, donde hay una Asamblea y se darán a conocer los equipos participantes en la edición 2022/23.

Lenovo Tenerife, BAXI Manresa, UCAM Murcia y Surne Bilbao Basket son los cuatro equipos que tienen asegurada su plaza según clasificación ACB. Rio Breogán, Unicaja, Monbus Obradoiro y Casademont Zaragoza también han formalizado su inscripción, con ese teórico orden por clasificación. Algunos pueden participar en la FIBA Europe Cup, segunda competición del organismo supranacional, en la que los maños ya jugaron la temporada pasada. Se quiere evitar hablar en el seno del Unicaja de ello públicamente, pero ha sido una opción que se ha tenido que plantear si la FIBA se mantiene 100% fiel a su teoría de los méritos deportivos. Se ha hecho trabajo de despachos estos meses para no caer de la BCL, se verá el resultado estos días.

El Unicaja renunció voluntariamente a librar esa contienda por jugar la máxima competición, confirmando un proceso de caída en los últimos años. El Valencia ganó la batalla definitiva para estar con los mejores.