Unicaja

La paradoja de la cantera del Unicaja

El Unicaja junior celebra una canasta.

El Unicaja junior celebra una canasta. / Javier Albiñana

La pasada semana acabaron los Campeonatos de España de categorías inferiores de clubes. El balance del Unicaja, en términos de resultados, es bastante satisfactorio. En categoría femenina se consiguieron tres medallas de bronce, se ganaron las finales de consolación en juniors, cadetes e infantiles, síntoma de fortaleza mental tras perder las semifinales. En categoría masculina, los cadetes, liderados por Mario Saint-Supéry, consiguieron una brillante medalla de plata que bien pudo ser oro (ganaban al Real Madrid por 13 puntos al inicio del último cuarto) mientras que juniors e infantiles perdieron el decisivo cruce de cuartos de final contra el Joventut de Badalona y acabaron en octavo y sexto lugar, respectivamente. En resumen, cuatro medallas en seis campeonatos. Previamente, por primera vez se habían ganado los seis Campeonatos de Andalucía posibles.

El Spar Gran Canaria es el único equipo que ha mejorado (campeonas en juniors, subcampeonas en cadete y cuartas en infantiles) los resultados del club malagueño en chicas. El Barça fue campeón en infantiles y subcampeón en junior. Para el próximo curso el Joventut anuncia la creación de más equipos de cantera. El desembarco de estructuras masculinas es progresivo y la competencia crecerá. Desde la creación en 2017, el impacto del Unicaja ha sido súbito, de media hay más un podio por temporada en Campeonatos de España. Para la próxima temporada habrá más protagonismo en el equipo de Liga Femenina 2 para las jugadoras de la cantera. El equipo junior, que también completó a las órdenes de Manolo Trujillo una gran temporada en Primera Nacional, clasificándose para la fase de ascenso, que no pudo disputar al estar el primer equipo en la categoría superior, la Liga Femenina 2. Ha sido frecuente ver a jugadoras no ya juniors sino cadetes en el primer equipo de Jesús Lázaro. Obviamente, ha habido un gran progreso colectivo.

El reverso, a corto plazo, es que hay jugadoras que se marchan a Estados Unidos. Al menos tres de esta generación (algunas de ellas fueron campeonas de España infantiles en 2018, en el primer año de existencia de la sección) se irán a estudiar con becas a la NCAA. Es algo, si cabe, más tentador para mujeres porque, a día de hoy, las opciones de “vivir del baloncesto” siguen siendo más reducidas aunque se vayan dando pasos hacia la profesionalización femenina. En Estados Unidos se permite compatibilizar deporte y estudios.

En el caso de los chicos, Madrid, Joventut y Valencia Básket han sido los clubes con mejores resultados. Esa llamada de la NCAA también persiste para ellos. Ya comenzaron en su momento Rubén Guerrero, Francis Alonso y Domantas Sabonis. Los dos primeros regresaron tras cinco y seis años y el último se convirtió en All Star de la NBA. También hay cantos de sirena insistentes desde Estados Unidos para la ilusionante generación junior (Folgueiras, Vicente, Saint-Supéry) que se metió en la fase de ascenso a LEB Plata tras un gran año en EBA a las órdenes de Antonio Herrera y que no pudo rematar en el Campeonato de España, adonde llegó algo justo. La ausencia de un equipo en LEB Plata perjudica a la hora de retener jugadores, el salto de EBA a ACB es bastante grande. La gestión, por ejemplo, de la progresión de Pablo Sánchez no ha sido óptima en estas cuatro temporadas desde que debutó. Es por ello que el club intenta sacar un equipo en la tercera categoría. Sucede que hay que esperar renuncias, la compra de alguna plaza es más complicada. El Unicaja tiene todo preparado, hay un acuerdo con un Ayuntamiento de la provincia sacar el equipo. También hay jugadores que tienen ya experiencia en la categoría formados en Los Guindos que podrían regresar. El campus de postemporada que se está realizando con la supervisión del cuerpo técnico del primer equipo está sirviendo para evaluar la progresión de los jugadores que se marcharon.

Es la paradoja de la cantera. El paso al primer equipo femenino está abierto de par en par. Por las lógicas exigencias de la categoría, es más complicada el acceso al primer equipo masculino. Hay una quincena de internacionales masculinos convocados entre la sub 22 y la sub 15 este verano que han pasado o están en Los Guindos. Habrá más en siguientes convocatorias. Es síntoma de que el trabajo es bueno. Un grupo hará la pretemporada a las órdenes de Ibon Navarro y la práctica totalidad de las jugadoras que tendrá Jesús Lázaro serán canteranas la próxima campaña.

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