El marcador tras dos partidos es de 154-154. No es una eliminatoria a ida y vuelta en la que cuenten los puntos, pero sí es un indicativo de la igualdad que reina entre los dos equipos, que anotan y reciben 77 puntos por encuentro. Valencia y Unicaja se encaminan al único tercer partido de los cuartos de final (21:30 horas, #Vamos de Movistar). El Tecnyconta completó la sorpresa ante el Baskonia y Madrid y Barcelona barrieron a Manresa y Joventut. Es sintomático de ese pulso por el cuarto lugar que va ganando el cuadro valenciano, por inversión, presupuesto y por resultados en las últimas temporadas.

Pero en el aquí y el ahora, el Unicaja ha conseguido mermar la diferencia. Las curvas de rendimiento en la temporada han deparado situaciones opuestas. Un primer partido de temporada oficial en el que el Unicaja voló e ilusionó, dos partidos más competidos pero perdidos en la Eurocup y esa hiriente derrota por 39 puntos que hizo daño. En 48 horas, el Unicaja ganó en Valencia y el Valencia hizo lo propio en Málaga por la misma diferencia. Encuentros que se quedan o se van por detalles, por un acierto puntual.

Con sus picos altos y bajos, el Unicaja ha competido bien en estos 80 minutos. Se podría explicar la victoria o la derrota en el acierto en el triple (48% en Valencia y 22% en Málaga), quizá sería demasiado reduccionista. Pero por ahí pasa la fórmula para ganar en Valencia, hay que tener un mayor acierto en el lanzamiento. Los tiros del segundo partido fueron buenos en su mayoría pero sólo se anotó con regularidad en el tercero (cinco triples). En el resto del partido, sólo uno al final de segundo cuarto y ninguno en el final.

Y se debe mantener, sin duda, la energía y la actitud defensiva empleada. Parece con un punto más de frescura y vigor el Unicaja que el Valencia, al que hay que sacar del ritmo de partido en el que se encuentra más cómodo. Ahí es difícilmente abordable. Habrá un ambiente más caliente que el viernes, de hecho en el equipo valenciano se valoraba mucho cómo había animado el Carpena.

Mantener la buena defensa sobre Thomas y Dubljevic (Tobey se salió del guión en la segunda parte del domingo), tapar el agujero que hizo San Emeterio... Y también se necesitan pasos adelantes propios. Casimiro prescindió prácticamente todo el segundo tiempo de Dani Díez y Waczynski, que deben estar frescos para esta noche.

En fin, un partido que marca la nota de una temporada. Una victoria la sube de manera ostensible en clave malagueña. Ganar una eliminatoria de cuartos de final con factor cancha adverso da empaque a una temporada, colarse entre los cuatro mejores de la competición es una buena manera de acabar la temporada. En Valencia ha hecho grandes cosas el Unicaja y en La Fonteta no se olvida, hay ganas de poner más distancia con su seguidor en el escalafón.