La importancia del factor humano

Unicaja Baloncesto

El Unicaja ha conseguido equilibrar fuerzas con el Valencia

Si en La Fonteta decidió Milosavljevic y su salvaje irrupción, en Málaga lo hizo San Emeterio

Las fotos del Unicaja Baloncesto - Valencia Basket
Carlos Suárez lanza a canasta. / Marilú Báez

El análisis exprés que se hacía en los vestuarios del Carpena tras perder la oportunidad de sentenciar al Valencia Basket en el seno del Unicaja es que no había nada perdido, ya desde el primer momento se intentaba mandar ese mensaje combativo que casaba con el prudente tras ganar en La Fonteta.

Si en tierras valencianas fue la irrupción devastadora de Dragan Milosavljevic el factor diferencial para ganar, en Málaga fue Fernando San Emeterio. El veterano internacional español agarró el partido en el último cuarto y lo ganó, como el serbio destrozó en la ida con su tercer cuarto mágico al rival.

"Nosotros mismos nos ganamos el derecho a llegar al tercer partido ganando en la Fonteta. Teníamos dos oportunidades de llegar a semis, nos queda una. Vamos a por todas. Lo hicimos una vez y podemos volver a hacerlo. Positivos, preparados e ilusionados. Esto no ha terminado", decía Carlos Suárez a través de las redes. Frustra haber perdido, como sucedió en la Eurocup, la oportunidad de remachar en casa, sobre todo con un ambiente en el Carpena que sorprendió a los jugadores. "No hay tiempo para lamentarse, seguimos teniendo una oportunidad. Gracias por como vivisteis el partido con nosotros, fue increíble. Sí se puede", afirmaba Jaime Fernández.

No es nada nuevo. Los sistemas y las tácticas pueden escribir el guión del partido, pero en el desenlace acaba pesando en encuentros con tanta igualdad el factor humano. Por ejemplo, ese triple de Vives con 63-61, desequilibrado y sobre la bocina de la posesión después de que el Unicaja tuviera bola para ganar por más de una posesión de diferencia. En Valencia, Waczynski y Milosavljevic aportaron esa dosis de tiro que faltó (6/27 en triples) en el segundo duelo.

En fin, detalles. El Unicaja ha conseguido equilibrar fuerzas en una eliminatoria que parecía de color naranja. Es inevitable lamentarse por la oportunidad perdida en el Carpena, pero es cierto que el equipo ha subido un escalón competitivo en este play off. Si lo mantiene en el tercer partido, como dice Suárez, esto no ha terminado.

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