Una buena noticia dejó la última jornada para un jugador propiedad del Unicaja, Yannick Nzosa. El joven pívot congoleño, que la próxima temporada cumplirá 19 años, había estado de baja desde que prácticamente llegó a Sevilla por una rotura miofibrilar en los isquiotibiales de su pierna derecha. Se había ido recuperando poco a poco y ya estuvo en Málaga formando parte de la expedición la pasada semana aunque no ha sido hasta este domingo cuando debutó ante en Vitoria.

El Real Betis, que había sido arrasado por el Unicaja la semana anterior, compitió de manera excelente, a pesar de la ausencia de Shannon Evans, y con notable partido del malagueño Pepe Pozas en su lugar. El cuadro de Luis Casimiro cayó en la prórroga (107-103) después de tocar el triunfo con las manos en el tiempo reglamentario, pero una falta polémica sobre Costello dio a los vascos la opción de igualar.

Nzosa estuvo cuatro minutos en pista, en los que sumó un punto y un robo y hubo un +7 para el equipo verdiblanco. Pareció rápido y en buen tono físico. La difícil situación que atraviesa el Betis, empatado en el último puesto de la tabla, hace necesarios estímulos y Casimiro espera que, cogiendo ritmo, Nzosa pueda ofrecerle algo distinto al equipo, al nivel de lo que dio su primer año en Málaga. Desde el Unicaja se vigila la situación física y también desde ahora la evolución de Nzosa, que tiene contrato hasta 2026 con el Unicaja. También desde el otro lado del Atlántico están los Wizards, que cogieron sus derechos en el pasado draft.