Chris Duarte, "superemocionado" antes de la final entre Vaqueros de Bayamón y Leones de Ponce

Chris Duarte empezará dentro de poco una nueva y apasionante aventura en el Unicaja. Sin embargo, antes de aterrizar en Málaga quiere dejarse los deberes hechos en Puerto Rico. En la previa de la final de sus Vaqueros de Bayamón y Leones de Ponce, confesó que para él es una experiencia única.

"Desde el primer día que llegué aquí, el cariño que me han dado ha sido maravilloso. En Vaqueros de Bayamón, tanto los compañeros, como los coaches, Eric y Carlitos me han hecho reencontrarme conmigo mismo y era lo que estaba buscando. Estaba preparado para esta final, es mi primera final como profesional y estoy superemocionado", confesó mientras lanzaba un mensaje a sus seguidores: "Necesitamos escuchar a los vaqueros en el rancho, son nuestro sexto hombre y se les necesita enormemente".

“Eso va a pasar. Sé quién soy, de lo que soy capaz. Siempre me mantengo confiado en mi trabajo. Soy un jugador que trabajo mucho para momentos claves”, dijo Duarte a GFR Media, donde por otro lado reconoció: "Créeme, momentos malos voy a tener. Yo no soy perfecto. El único perfecto es Dios. Así que nada, gracias a Dios, a mi equipo, a mi familia por el apoyo que me dan. Mantuve siempre la frente en alto. Sabía que lo íbamos a lograr".

“Desde un principio supe que íbamos a tener la oportunidad de llegar a una final. Entendí que no iba a ser fácil. Gracias a Dios por la oportunidad que tenemos. Es mi primera experiencia en play off y será mi primera experiencia en unas finales. En mi joven carrera, en la NBA, no tuve la oportunidad de sentir lo que es la fanaticada en los play off. Sabes que eso cambia. Te puedo hablar de Bayamón, la fanaticada, ellos te sacan el 110 por ciento. Metida en el juego desde el primer saque hasta la chicharra final. Eso lo agradecemos bastante porque se necesita y le pone presión al otro equipo”, prosiguió.

Folgueiras, sobre Mario

Álvaro Folgueiras habló de Mario Saint-Supéry durante su entrevista en Cope Málaga. De echar los dientes en El Palo a compartir un camino hasta ahora alucinante. Siguen recorriendo trayectos paralelos, aunque en distintos niveles de momento. Saint Supéry (2006) es el benjamín de la selección absoluta, el más joven del grupo, mientras que Folgueiras se perfila como una de las piezas más importantes de España B (2005). Ambas selecciones han entrenado juntas en Madrid bajo la mirada de Sergio Scariolo, también como un laboratorio esta España B. Muy unidos pese a la distancia que fuerza el baloncesto.

“Lo de Mario son casualidades de la vida. Entro jugar a El Palo con 6 años y ya está Mario conmigo. Cuando cojo la pelota ya estoy con él. Son muchísimas generaciones, hay muchísimos jugadores, muchísimas situaciones que podrían habernos puesto en otro sitio, pero que Mario y yo tengamos esta posibilidad de entrenar con la absoluta y contemos con estas posibilidades profesionales es increíble. Hemos estado hablando todos los días, aquí juntos con la absoluta", explicaba Folgueiras. Después vendrá la NCAA, el próximo paso gigantesco de Saint-Supéry, dirección Gonzaga; mejor medido en Folgueiras, que jugará en Iowa, otra universidad potente. "Es un amigo de siempre y me alegraré un montón de todo lo bueno que le pase. Le intentaré ayudar en todo lo que pueda cuando se vaya a Estados Unidos porque el primer año es un shock grande, pero él tiene la calidad para solventarlo rápido. Lo veo con la capacidad de triunfar, totalmente. No tengo duda", decía el paleño.