El partido que el Unicaja debería jugar el próximo sábado 27 de marzo en el Martín Carpena ante el Hereda San Pablo Burgos (17:30 horas) ha estado en el alambre aunque, de momento, se juega hasta que no haya contraorden. El club burgalés lleva sin jugar desde el 7 de marzo, ante el MoraBanc Andorra, y ha visto cómo se han suspendido las dos últimas jornadas por positivos en el seno del equipo por Covid-19. Ya golpeó la pandemia en la primera mitad de temporada al equipo dirigido por Joan Peñarroya y ahora ha vuelto a hacerlo. Los partidos suspendidos ante Tenerife y Joventut se han reprogramado para abril.

Sucede que el goteo es constante. Este lunes, el club Hereda San Pablo informó de que Omar Cook, ex jugador del Unicaja, había dado positivo también. El equipo burgalés tenía previsto retomar los entrenamientos y viajar este martes a Riga para jugar un partido de la Basketball Champions League. Kravic, Benite y Salvó ya habían sido testados positivos tras jugar un partido de la BCL ante el cuadro letón, que registró un caso también en su equipo. Pero ha sido progresivo. Fue cuando se constató que había un brote cuando se paró la actividad. Un número importante de jugadores ya pasaron el positivo en el primer brote a comienzos de temporada. Según se informa en la prensa de Burgos, sólo Alex Renfroe ha salido indemne de las dos olas por el momento. Pero todo está previsto para viajar y jugar a la capital de Letonia para un partido de la competición en la que el equipo burgalés es el actual campeón.

Así que la situación queda de la siguiente forma. El San Pablo viaja a Riga para jugar este miércoles, sin haber entrenado de manera colectiva ninguna vez desde hace dos semanas. Una vez se ha cumplido el tiempo recogido en el protocolo para estar confinados después de un brote, hay vía libre para volver a entrenar y jugar. En concreto, si hay ocho jugadores con tests negativos, el partido del sábado ante el Unicaja se debería jugar. El plazo previsto para cancelar el partido de ACB es este miércoles, según el protocolo es cuatro días antes del partido siguiente tras haber pasado un brote cuando se hace una nueva prueba para dar el plácet a que se pueda volver a jugar. Los entrenamientos ya se pueden retomar, como se prueba el hecho de que se vaya a desplazar hasta Letonia en un viaje largo porque hay jugadores suficientes. Aunque ha corrido peligro serio, de momento el Hereda San Pablo tiene las piezas suficientes para jugar este sábado en Málaga, aunque vendrá en situación un tanto precaria.

En estas, el equipo malagueño descansó este lunes después de un largo viaje desde Santiago que le trajo a Málaga bien entrada la tarde del domingo. Se han cancelado los vuelos directos con Galicia tras la pandemia y ello implica dificultad logística en los viajes. Es por ello que Katsikaris prefirió que se descansara el lunes y preparar ya desde hoy el partido que se debería jugar el próximo sábado. El Unicaja se enfrentaba a una perspectiva, si se suspendiera el duelo del Burgos, de tres semanas sin competir, porque en el fin de semana del 3-4 de abril era la de descanso fijada para el cuadro malagueño por el número impar de equipos en la competición liguera. El siguiente encuentro está fijado para el sábado 10 de abril en el Carpena ante el MoraBanc Andorra, duelo directísimo en la clasificación.