Coach Sakota, la leyenda del AEK: "En verano quería convertirme en el Unicaja"

Atenas/Dragan Sakota (Belgrado, 1952) es el patriarca de los entrenadores de esta Final Four de la BCL. "Una enciclopedia del baloncesto", le definía en estas páginas Mindaugas Kuzminskas. No está en esa primera línea de técnicos serbios míticos (Maljkovic, Obradovic, Ivkovic...), pero sí quizá en ese amplio segundo escalón. En España tuvo una experiencia reciente en Zaragoza, ayudando a la salvación del equipo. Cuenta con el respeto de todos los colegas y se le veía muy atento y cariñoso con Ibon Navarro, con el que ya se enfrentó en 2018 cuando el vitoriano trajo hasta aquí al UCAM Murcia.

Sakota es una leyenda absoluta del AEK. Para entender su dimensión en el rival del Unicaja hay que remontarse a principios de siglo. Aterrizó en el club ateniense en 2001 para que el equipo tocara el cielo. Construyó un equipo de culto en Grecia que ha sido el último capaz de levantarle una Liga a Panathinaikos y Olympiacos. Tuvo la visión de darle minutos y relevancia a Ioannis Bourousis y Nikos Zisis (18 años cada uno). Fichó a Pero Antic desde el Rabotnicki. Y también fichó a J. R. Holden, después crack en la Euroliga, desde Ostende y Chris Carr. Acabó primero la temporada regular (23-3), tumbó al Peristeri en cuartos de final y al Panathinaikos en las semifinales para acabar remontando un 2-0 al Olympiacos en la final y ganar el primer título nacional para el AEK desde 1970. Desde 1992 a la actualidad, el único título de Liga no ganado por los dos gigantes. Repitió final la temporada siguiente, esta vez con derrota. Tuvo su segunda etapa desde 2014 a 2018, con un paréntesis como director deportivo. En la 2017/18, un año redondo, con el título de la BCL en el OAKA (derrotando en semifinales al UCAM de Ibon Navarro) y también el de la Copa griega. Ahora, ya con 73 años, se recurrió a él de nuevo el verano pasado tras temporadas convulsas. Y ha plantado al equipo, de nuevo, en una Final Four de la BCL, otra vez como anfitrión.

"Creo que todos conocen mi relación con AEK, desde hace mucho, desde que llegué en 2001 a este club. Obviamente en los últimos años el club ha tenido problemas, así que hablando con el presidente me convenció de regresar y construir el equipo de nuevo desde el principio. Así que, cuando empezamos, no teníamos este objetivo de ir a la Final Four. Tratamos de jugar un baloncesto que fuera reconocible y conforme pasaban los partidos jugamos mejor y mejor. Finalmente tuvimos la oportunidad de llegar, lo conseguimos y esto es todo. Así que no teníamos este objetivo desde el principio, pero estamos muy felices de participar una vez más en la Final Four", aseguraba Sakota, que hablaba del favoritismo del Unicaja: "Participar en una competición en dos días no es como en una Liga. En una Liga, normalmente decimos que quien termina primero es el mejor equipo. Pero en la Final Four se trata del momentum. Buena forma, buen momento y que todo esté a tu lado en este día. Hay muchas cosas que no puedes predecir. Por supuesto, creo que todos tenemos una oportunidad. Pero si tenemos que decir quién es el favorito, tenemos que decir el equipo que ganó la última vez y tiene un récord increíble. Quizá nuestros aficionados quisieran escuchar algo diferente. Pero si hablamos de Málaga, tenemos que decir lo que hicieron en los últimos dos años. Ganando cinco trofeos, siendo el equipo con el mejor registro en la temporada, el equipo con los mejores resultados de eficiencia ofensiva y muchos otros registros, con 18 victorias consecutivas. Sabemos que enfrentaremos a un equipo increíble. Os digo un secreto. Cuando empezamos a trabajar esta temporada, en verano, tenía en mente la idea de convertirme en el Unicaja algún día".

Cuestionado por si veía algunos puntos débiles en el Unicaja, decía Sakota que "si vas por los números, puedes entender que comparten el tiempo, comparten los puntos. Si quieres empezar con los bases o con los grandes, es lo mismo, todos te crean problemas. Estamos viendo, estamos intentando encontrar debilidades, pero hasta ahora estamos hablando solo de fortalezas. No hemos encontrado un punto débil hasta ahora. Tal vez hoy, no sé", bromeaba el técnico serbio, cuyo hijo Dusan también jugó en la ACB.

Se le preguntaba también por si era comparable lo que había sucedido en 2018, con aquel título. "Tratamos de no comparar cosas. Esto no es útil, además entonces fue en el OAKA, que era un pabellón el doble de grande. Ahora será más pequeño. Pero va a estar lleno. Definitivamente la atmósfera va a ser muy similar. Y me gustaría que el resultado fuera similar. Pero, por supuesto, tenemos un gran respeto por este equipo, el Unicaja. Y para preparar el equipo, hay algunas formas en las que escuchas y tratas de no presionar a veces porque ya hay mucha presión. Pero comparando el equipo de entonces diría que teníamos muchas más armas en 2018 que ahora, porque ninguno ha jugado ahora una Final Four. Sólo quizá Kuzminskas jugó algunos partidos así pero eso no es suficiente. Hablamos del equipo. En 2018 teníamos muchos jugadores con muchos títulos que ganaron antes. Así que esto es una ayuda. El año ha sido un éxito. Todos hemos coincidido y también el presidente ha dicho esto. Ahora es como un bonus. No quiero poner excusas sobre algo. Tenemos que ser realistas con este equipo. Pero, por supuesto, intentaremos todo para ganar. Ha sido así desde el comienzo del BCL".

"Tenemos que confiar en los jugadores, durante la temporada entendimos que estábamos jugando mejor y mejor. El momento en que empezamos a pensar sobre esto fue al llegar a la primera posición en el grupo. Cuando llegamos a la primera posición en el grupo, entendimos que teníamos una ventaja en casa y que podía ser una gran oportunidad para ir a la Final 4. Así que diría que antes de la temporada no teníamos este objetivo. Durante la temporada, por supuesto, cuando ves que las cosas van bien, tienes que tener estas ambiciones. Así que esa fue la oportunidad", resumía sobre cómo había sido el proceso. Es la amenaza del Unicaja, dirigida por "la enciclopedia del baloncesto", Dragan Sakota.