Copa del Rey: Sueños en Carnaval del Unicaja
Ocho equipos pelean por una subasta de gloria instantánea hasta el domingo
"¿Favoritos? En ningún caso; ilusionados aspirantes"

Puede parecer un contrasentido hablando de las islas afortunadas, pero en el Gran Canaria Arena, allí en Siete Palmas, cerca de un barranco, suele hacer bastante frío, las corrientes y la construcción del pabellón insular tienen esa particularidad. Allí se decide el primer título de 2025. Es la tercera vez, tras 2015 y 2018, que se celebra en es elugar el evento más mediático y que concentra más atención del baloncesto español, la Copa del Rey. Es época de Carnaval, de fiesta, lo que potencia la idoneidad de un destino que ofrece alternativas al problema de la distancia y la única vía de acceso desde la península. Y allí llega el Unicaja, como el mejor equipo de la primera vuelta y como un equipo muy respetado, con un estatus recuperado en la canasta española. Dos años atrás, en Badalona, se vivió quizá el momento más emotivo de la historia del club, un título absolutamente inesperado por el lugar del se venía y por un cuadro diabólico, con Barcelona y Real Madrid. Nadie había hecho la proeza de eliminar a los dos en el mismo torneo. El 80% de los protagonistas continúa, pero es otro equipo, uno que lleva tres años desplegando un baloncesto primoroso, que ha devuelto el orgullo a una afición que se había desencantado con una deriva preocupante. Los favoritos son otros por potencial de plantilla, por músculo económico y por tradición, pero no sería ninguna sorpresa ver a Alberto Díaz el domingo levantando su sexto título con el club.
El camino es muy largo aunque se concentre en poco tiempo. Los cuartos de final salieron equilibrados. Unicaja-Joventut es la eliminatoria que abre la competición este jueves a las 18:30 horas, seguida del La Laguna Tenerife-Barcelona (21:30). El viernes, Real Madrid-Baxi Manresa (18:30) y Valencia Básket-Gran Canaria (21:30). Semifinales el sábado con los ganadores del jueves (18:30) y los del viernes (21:30) y la gran final del domingo (20:00). Parece una Copa bastante abierta, en la que no sería sorprendente el título de más de la mitad de los equipos. Madrid y Barcelona por jerarquía, Unicaja, Valencia o Tenerife por el juego que han desplegado, Gran Canaria por ser local... Y siempre, aunque no ha sido frecuente en una competición en la que desde 2010 a 2024 sólo el Unicaja en el Palau Olímpic osó romper la tendencia bipolar blanca o azulgrana, quedan páginas para una cenicienta.
Consolidada como una competición de referencia en Europa, es la semana de mayor visibilidad del baloncesto de clubes a nivel mediático en España. Se podía comprobar desde la óptica malagueña con la presencia abundante en medios generalistas nacionales de protagonistas del Unicaja, desde Ibon Navarro hasta Kendrick Perry. Es también parte de ese crecimiento, de esa visibilidad, del proyecto del Unicaja. Mantener esa expectación e ilusión no es sencillo, pero se trata de disfrutar el momento y los días previos y el cosquilleo de que algo grande puede pasar se agradece. Durante la temporada ha parecido que el equipo ha seleccionado algún esfuerzo, como en las últimas derrotas en Girona y Lugo, pensando en grande, en los días más señalados, como ocurre en esta Copa del Rey.
El resto de eliminatorias tiene sus dosis de equilibrio, incluso la que por nombre pudiera parecer más desequilibrada, la del Real Madrid-Manresa. Es la magia de la Copa, que se transmite a casi 150 países. Hasta Las Palmas se desplazan 8.000 seguidores de todo el resto de España para contemplar la gran fiesta de la canasta patria. Ojeadores de la NBA, los agentes más poderosos del continente, también una Minicopa que va alumbrando más jugadores (una decena del Unicaja jugaron en la élite)... Y allí está el Unicaja, con ilusiones intactas y fundadas de conquistar algo grande. Se ha perdido el factor sorpresa, pero se ha ganado en confianza y fortaleza para afrontar este tipo de retos.
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