Unicaja

Milosavljevic continúa con su recuperación en Belgrado

  • El serbio ha vuelto a su país, allí está junto a su familia que no veía desde hace meses, y se trata con un fisio de confianza

Dragan Milosavljevic posa para ‘Málaga Hoy’ en el Carpena.

Dragan Milosavljevic posa para ‘Málaga Hoy’ en el Carpena. / javier albiñana

Hace unos 11 meses que Dragan Milosavljevic se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Sin duda, una de las peores lesiones para un deportista. Aunque nunca es buen momento, esta lesión apareció en un instante importante de su carrera. El alero intentaba hacerse un hueco en los planes de Djordjevic para disputar con su país el Mundial de China. Todo saltó por los aires y se ha perdido toda la temporada con el Unicaja.

Queda poco para que se cumpla un año de aquello, el tiempo estimado por los profesionales para poder volver a competir. Si todo fuera sobre la marcha, el balcánico podría empezar la pretemporada con sus compañeros y partir en igualdad de condiciones. Sucede que la pandemia del COVID-19 le ha afectado a él de manera especial en la recuperación. Han sido casi tres meses perdidos en la puesta a punto, al menos no se han dado pasos adelante al no haber podido tratarse por el confinamiento.

Así pues, los tiempos se han alargado y se le espera para noviembre, en los pronósticos más positivos. Lo lógico es que pueda volver a jugar para Navidad, donde ya habrán transcurrido tres meses de campaña. En la ACB quedará poco para el corteo copero y en la Eurocup ya debe estar terminando el Top 16. Haciendo cuentas rápidas, puede perderse más de 20 partidos. No importa mucho ya volver un poco antes después de un curso sin poder jugar. Hace unos días que el jugador ha vuelto a Serbia ya que hacía meses que no veía a su familia. Llegó a Málaga a inicios de febrero para la Copa del Rey y para que el club cajista evaluase en qué estado estaba. Se desató la pandemia en España y no pudo volver a Belgrado. Pasó el confinamiento sólo en Málaga, siendo especialmente duro porque en estos meses volvió a ser padre.

Él ha estado trabajando al margen del grupo en Los Guindos durante la preparación de la fase final de la ACB en Valencia. Estaba integrado en la dinámica colectiva, pero su trabajo era individual. Ahora en Serbia se trata con un fisio de confianza, con el que estuvo en los primeros meses de recuperación de la lesión. Ni que decir tiene que desde Málaga se está en contacto con él y se siguen sus progresos. Que vuelva a inicios de agosto, cuando el equipo iniciará la pretemporada, es una posibilidad, aunque es algo que no se da por seguro. Dependerá de su evolución y de lo que hablen entre jugador y club. Lo que deberían ser vacaciones para él son unos meses importantes de cara a su regreso a las pistas.

Milosavljevic es uno de los asteriscos en la planificación. Se cuenta con él en el proyecto, le queda un año de contrato, y compartirá posición con Bouteille y Waczynski (con el que hay acuerdo para la renovación, pero aún no es oficial). Sucede que se estima que se perderá media temporada, para más lo que tarde en recuperar el ritmo competitivo. Un aspecto importante en su caso, ya que el físico es fundamental en su juego. Sumada a la lesión de Jaime Fernández, es lo que permite al Unicaja seguir atento al mercado. Hay dudas con que el juego exterior actual, sin contar a ellos dos, sea suficiente para afrontar un tramo clave del curso. Conviene apuntar que ya no está el sostén en ACB del billete a la Copa como anfitrión. Es decir, habrá que ir con el puño hincado en las dos competiciones. Ese refuerzo, si se da, sería un contrato temporal, lo que es una señal evidente por parte del club de Los Guindos de que a español y serbio se les espera para el punto cumbre del año.

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