La ACB ha puesto toda la carne en el asador para que la fase final en Valencia sea un éxito total. Se intentan limitar todo lo posible las posibilidades de contagio con el Covid-19. Y el recinto médico que se ha construido en tiempo récord en L'Alquería para atender demandas de todo tipo es digno de mención. El Unicaja ha llevado su propia maquinaria para poder atender a los jugadores en el hotel, pero tendrá en el mismo pabellón más instalaciones para seguir trabajando. Ante la acumulación de partidos pendiente, viajaron tres fisioterapeutas (Mario Bárbara, Ale Ballesteros y Ana Muñoz) para dar tratamiento a los 14 jugadores. 

Pilar Doñoro, una de las responsables del equipo médico, explicaba que "tanto la ACB como la Asociación Española de Médicos de Baloncesto tenía un doble objetivo: Conseguir un perímetro libre de Covid-19 y dirigir todos los esfuerzos a prevenir lesiones. Se han dispuestos medidas de protección. Lavados de manos, tomas de temperatura, infrarrojos, desinfección de calzado... Es un hospital en un entorno cerrado. Sólo tienen acceso equipos y árbitros", señalaba

Ignacio Muñoz, otro los doctores encargados de diseñar todo el operativo, que cuenta con el respaldo del Valencia Básket a través de Juan Roig, además de las instalaciones espectaculares otra de las razones de la elección como sede de la ciudad del Turia, señalaba que están dispuestas "unas herramientas que minimicen riesgos de lesiones. Hemos traído un servicio médico con diversas especialidades para que los jugadores no se desplacen a hospitales, donde hay más riesgos con el Covid-19", refiere.

Un paseo por las instalaciones desvela cómo es el espectacular operativo. "Hay una sala de recuperación, con presoterapia con frío, bicicletas para rodar, espacio para estiramientos, máquinas de magnetoterapia con neuromodulación, la restricción de flujo para recuperación muscular y hasta una cámara hiperbárica para recuperar", prosigue Muñoz, al tiempo que incide en la desinfección que se hace después de cualquier actividad.

Un gabinete completo de odontología, un oftalmólogo, un otorrinolaringólogo, servicios de dermatología, traumatología a demanda, cardiología, podología con estudios biomecánicos y una una impresora 3D por si hubiera que hacer alguna máscara protectora, un aparato de radiografía, ecografías de última generación y hasta una máquina de resonancia magnética móvil para no desplazar a los deportistas a los hospitales conforman un hospital con todas las facilidades.