Nadie puede discutir que en las últimas plantillas del Unicaja no había buenos jugadores. El talento era incontestable. Pero seguramente faltaban guerreros, tipos que compiten todos los días. Necesarios en cada equipo y cuyo kilo está cada vez más caro. Por ahí se entienden, en parte, los últimos movimientos en el mercado de Juanma Rodríguez. Augusto Lima, Will Thomas y Melvin Ejim además de subir de manera considerable la capacidad atlética de los cajistas también dan más colmillo competitivo. Vienen para tapar muchos déficits que estaban marcados en rojo para cerrar este verano. 

El último en llegar es el canadiense, que este mes estuvo con su selección en las ventanas FIBA. Un roster con muchos jugadores NBA. Será la segunda oportunidad del de Toronto en Málaga. Dejó una impresión incompleta en la temporada 2019/20 y ahora se despejará la duda. Las lesiones, en un tramo, le cortaron las alas. Pero se sabe qué va a dar el ala-pívot, que también puede actuar de alero. "Si todo va bien puedo dar energía y dureza. Jugar como sé, duro, puede ayudar al equipo. Pero lo principal es ganar, claro", resumía antes de la Copa del Rey de 2020 para este periódico. 

Uno que le definía bien es Nick Nurse, seleccionador canadiense y entrenador de los Toronto Raptors. "Él da trabajo duro y energía, dentro y fuera, en la cancha y lejos de ella. Nunca sabes realmente qué es lo que te va a ofrecer. Es una especie de factor X, esa clase de jugador del que puedes esperar que dé todo. Me gusta. Me ha gustado desde mucho tiempo atrás", decía hace unos años el entrenador, que tiene un anillo NBA en su palmarés. Ayuda a recordar qué era el jugador y qué ha fichado el Unicaja ahora de nuevo. El guerrero Melvin Ejim. 

Ahora acompañará a Will Thomas, en una posición donde quizá puede faltar algo de tiro exterior pese a Dylan Osetkowski. Pero se dota de un potencial físico importante porque el ex cajista es una de las facetas donde destaca, además de ser un buen especialista defensivo, incluso siendo capaz de ocuparse de pequeños. Técnicamente más limitado, intenta solventar esos déficits con su cuerpo. En su campaña en Málaga jugó 29 partidos en los que promedió 6.8 puntos, 3.2 rebotes y 1 asistencia. Estuvo lastrado por los problemas físicos en algún tramo, con una lesión en el sóleo justo antes de la Copa del Rey. Reaparecería antes del torneo, haciendo una gran semifinal que serviría para ser subcampeón. Ahora tiene una segunda bala.