Gytis Radzevicius, por si no firmaba Chris Duarte

El Unicaja puso toda la carne en el asador en el fichaje de Chris Duarte, un arduo trabajo de persuasión cocinado a fuego lento y que finalmente llegó a buen puerto, con uno de los contratos más elevados en la historia del club malagueño. Pero hubo varias opciones en la recámara por si el dominicano no daba el paso de cruzar el charco. Una vía explorada fue la de Gytis Radzevicius (Vilna, 1995), última incorporación del Baskonia y que ha dado otra cara al conjunto vitoriano, con un proyecto de Galbiati que amenazaba con saltar por los aires. Un soplo de aire fresco con esa actitud de guerrero, pero de calidad para competir en Euroliga y de momento ser fiable. Son cinco triunfos seguidos de los vitorianos como local en Euroliga, el último ante el Mónaco, con 12 puntos y 18 de valoración del alero lituano, que ha caído de pie en el Buesa.

El fichaje de Gytis Radzevicius habría dado al Unicaja una configuración de plantilla muy distinta a la que finalmente se cerró con Chris Duarte. Desde que se intuía la salida de Kameron Taylor, Duarte apareció como la opción planificada del club, un supertalento destinado a liderar el peso ofensivo del equipo malagueño, mientras Radzevicius permanecía como alternativa en la recámara. El lituano ofrece un perfil complementario gourmet: jugador de gran intensidad bien canalizada, con un excelente tiro de tres (45.2% en triples la pasada temporada en BCL), y capacidad para producir sin necesidad de tocar la pelota de manera constante, aprovechando por ejemplo segundas acciones. Pieza versátil y de experiencia a sus 30 años, con un efecto de dominio en la toma de decisiones de calado durante el pasado verano. Radzevicius venía de firmar grandes temporadas en el Rytas, consolidándose como referente y contribuyendo al crecimiento del equipo lituano en Lituania y BCL. Renovó hasta 2026 con cláusula de salida hacia la Euroliga, y el Baskonia aprovechó rápidamente su disponibilidad tras la marcha de Diallo a China, de un problema a una oportunidad para crecer como bloque. Además, enfrentarse a él la pasada temporada permitió al Unicaja comprobar de primera mano sus virtudes.

Sonó con mucha fuerza su nombre tras su tremendo impacto la temporada en BCL (13.1 puntos, 7 rebotes y 16.4 de eficiencia), incluso para el MVP, pero sin opción por un Rytas que quedo apartada en el Round of 16. Explosión tardía, sin jugar con las categorías inferiores de Lituania, que sí contó con Radzevicius en el último Eurobasket, también la reciente ventana. Estuvo hasta los 23 años en la segunda división lituana (Vilniaus Perlas, Vytis Sakiai y Juventus) hasta que con 25 años le llegó la oportunidad en el Rytas. Un lustro después, la gran oportunidad de su carrera. "Mi agente me dio la oportunidad, me dijo que el Baskonia había llamado y entonces no tuve mucho que pensar. Le dije vámonos y ya el próximo día estaba en el avión. Muy feliz de estar aquí, es un gran paso en mi carrera y tengo ganas de trabajar. Tengo que traer energía al equipo. Voy a empezar desde la defensa. Tengo rebote y tiro, pero básicamente mi juego se basa en la energía. Tengo que ser un tipo energético, pero también debo ser un jugador de todo tipo. Es decir, hay que hacer bien muchas cosas pequeñas", decía hace unos días en su presentación con Baskonia. Una de las amenazas del próximo rival del Unicaja. Ya avisaba Ibon de la capacidad física de los vitorianos.