Pasada la jornada 5 de la Liga Endesa ya no hay invictos en la competición. La derrota del Real Madrid en Vitoria y la del Lenovo Tenerife en el Palau Blaugrana propició que haya un cuádruple empate en cabeza (4-1) entre los dos clubes canarios y los dos grandes transatlánticos. Por detrás, un grupo con 3-2 (Baskonia, UCAM, Valencia, Covirán, Breogán y Bilbao), otro con 2-3 (Joventut, Unicaja, Monbus Obradoiro y Fuenlabrada), un trío con 1-4 (Betis, Girona y Manresa) y un colista con 0-5, el Casademont Zaragoza.

No da tregua la ACB y el Unicaja aparece de momento en la segunda mitad de la tabla después de tres derrotas, dos ante equipos de Euroliga y una más en Badalona. Las victorias fueron ante uno de los colíderes y con el Girona, que consiguió en Sevilla la primera victoria de la temporada en su regreso a la élite. Para escalar hay que mejorar la calidad de los triunfos, no hay otra.

En la jornada dominical todos los partidos se resolvieron por menos de 10 puntos. Las victorias se cotizan caras y con la congestión de partidos unidos a las competiciones europeas hay cierta dosificación de esfuerzos, se ve en las rotaciones de los grandes, en parte obligadas por los cupos. Puede haber algún momento mayor de vulnerabilidad. El Barça ganó por dos al Tenerife, el Valencia en la prórroga en Santiago y en el duelo de Vitoria entre los dos de Euroliga venció el teóricamente menos potente. Pero, en estos primeros escarceos, los paseos no abundan.

Viene ahora un tramo de calendario para el Unicaja en el que debe pisar el acelerador de victorias. Los siguientes duelos antes del parón por las ventanas son ante el Betis en el Carpena y ante Granada también en casa, dos derbis andaluces en horario de mediodía, idóneos para la confraternización, pero también con necesidad de ganar. Después, visitas a Santiago y Valencia, más la de Dijon en BCL en un momento en el que el equipo no podrá trabajar en el Carpena porque la Copa Davis se hará con el Palacio.