No se terminan los problemas en el Unicaja. Además de la ristra de lesionados que hay en la plantilla, que tienen al equipo en una situación límite, ha surgido un nuevo contratiempo a un día de enfrentarse al Joventut en el cierre del Top 16. Josh Adams sufre una gastroenteritis que le mantuvo hospitalizado durante la mañana, aunque es de menor gravedad que la que sufrió antes de viajar hacia Bursa. También que la que padeció la semana anterior Deon Thompson. Por eso, se espera que sea de la partida porque es básico, el domingo jugó más de 30 minutos, en un perímetro triturado de bajas. 

"El doctor se ha ido para el hospital, estaban poniéndole suero. Es un virus estomacal y ya nos pasó cuando el viaje a Bursa y que estábamos en esta coyuntura y no viajó al final. Parece que ahora es más leve y que puede venir al partido", explicaba Luis Casimiro en la previa, mientras insistía en sobrevivir: "Cuando pasa esto debilita bastante. Poner buena cara y los que estamos el resto poder competir e ir recuperando jugadores". Finalmente el jugador se subió al avión con dirección Barcelona junto a la expedición malagueña, aunque habrá que ver cómo evoluciona. 

El panorama, no obstante, obliga también a forzarle porque hay mucho en juego frente a la Penya en el torneo continental. "Lo típico. Podemos decir expresiones como 'circo', 'nos crecen los enanos', etcétera. Dicho esto, al mal tiempo buena cara e intentar salir adelante con lo que tenemos e intentando recuperar a estos dos jugadores dentro de las condiciones que tenemos con dos jugadores que un día antes no pueden entrenar y que uno de ellos está hospitalizado", cerraba el entrenador.