Kendrick Perry, del Bonn a clutch player

"Esto es una cuestión de maduración de los jugadores, de transmitirle confianza", sostiene Ibon Navarro sobre la evolución en los momentos decisivos del americano

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Kendrick Perry lanza un triple.
Kendrick Perry lanza un triple. / Unicaja B. Fotopress / M. Pozo

De aquella imagen de las semifinales de la BCL ante el Bonn en el Martín Carpena en la que Kendrick Perry salía entre lágrimas después de fallar la canasta que hubiera sellado la remontada ante el equipo alemán, a la postre campeón, que marcó tendencia en Europa a la actual han transcurrido algo menos de dos años. El base de Florida, uno de los capitanes del Unicaja, recién renovado hasta 2027, está plenamente integrado en Málaga, donde marca una época dentro y fuera de la pista. Su crecimiento como jugador en este tiempo es galopante, no ha dejado de mejorar a sus 32 años. Y aún le queda margen, por los registros que va aumentando.

Se creó ese runrún, no del todo cierto, de que a Perry se le bajaba la persiana en los minutos finales de los partidos. En los cuartos de final de la Copa de Badalona, por ejemplo, marca la última canasta en juego del partido ante el Barcelona antes de que Laprovittola errara y permitiera el triunfo. Pero sí es verdad que la toma de decisiones en los minutos finales no era la óptima. Con ese poso de tener el equipo en la mano y ser esencial, ante el Valencia fue un ejemplo más. Había una imagen del partido de la semana anterior, en Bilbao, cuando se complicó el partido en el cuarto final. En un triple abierto, Perry se levantaba y en el banquillo Balcerowski se daba la vuelta celebrándolo mientras el balón iba por el aire, así es la confianza de sus compañeros. Volvió a haber ese tiro decisivo ante el Valencia y lo metió aunque antes no había estado excesivamente preciso. Pero tener esa confianza y esa tranquilidad es esencial. "Gran esfuerzo de equipo, manera de luchar. Tuvimos una primera parte difícil, pero al final perseveramos y ganamos. El público estuvo increíble como siempre. No queda nada que decir, buena primera mitad de la temporada, pero ya sabéis lo que voy a decir, el trabajo no ha terminado, baby, tenemos más trabajo por hacer. Nos vemos pronto", decía de manera divertida en los medios del club tras el partido en Valencia. Ahora es clutch player, como dicen los americanos. Jugador decisivo en los momentos calientes.

A Ibon se le cuestionaba por Perry y su maduración tras el partido ante los taronjas. "Esto es una cuestión de maduración de los jugadores, de transmitirle confianza. Cuando Kendrick Perry falla el último tiro de 3 puntos en la semifinal de la Final Four algunos lo querían echar de Málaga y no es eso. Los jugadores como Kendrick son valientes y lo que tienes que transmitir es que si ese tiro era bueno o lo tenía que coger no tiene que renunciar a él y él entiende eso. Es un jugador que para nosotros es muy importante tenerlo como lo tenemos ahora", reflexionaba el técnico: "Hay jugadores que le ayudan a que él esté así. Alberto le ayuda mucho a que él esté así y lo bueno es que hoy es él en Bilbao fue él, en Vitoria fue él pero otros días ha sido Tyler, Tyson, Dylan ha sido David alguna vez... pero es verdad que él ha metido tiros que cierran partidos y es porque confiamos mucho en él. Él cree mucho en sí mismo y nosotros creemos mucho en él y no hay muchos más secretos. También es una cuestión de madurez, él no es el jugador que vino hace tres años y la persona no es la persona que vino hace tres años, ninguno somos las personas que estábamos hace tres años, con lo cual a veces cuando decís que es el mismo equipo... No somos el mismo equipo, el equipo ha cambiado porque no somos las mismas personas, porque los jugadores han evolucionado, porque sus roles también han cambiado. Son los mismos nombres pero el equipo es distinto entonces. Esto es lo bonito de trabajar con personas, no les puedes tratar igual que hace tres años porque son diferentes".

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