¿Qué le pasa al Real Madrid, rival del Unicaja?

El equipo blanco tiene un balance de 13-12 en partidos oficiales esta temporada y encadena tres derrotas antes de medirse al cuadro malagueño

Llull y Mateo mandan mensajes

Serge Ibaka se queja durante un partido.
Serge Ibaka se queja durante un partido. / ACB Photo

El Unicaja visita este domingo al Real Madrid. Tradicionalmente, un partido de extrema dificultad y más de un 80% de veces un 1 en la quiniela (sólo se ganó 10 ocasiones en 55 visitas). No será más sencillo esta tarde dominical en el WiZink Center. Está en problemas serios un equipo que tiene un balance en partido oficiales tras 25 duelos de 13-12, incluyendo la Supercopa de Murcia, en la que hincó la rodilla ante el propio equipo malagueño. Números anormales para un club con la exigencia altísima y en el que las crisis se mascullan con dos derrotas. Está costando la transición. Probablemente tiene al base y al pívot más determinantes de Europa, Campazzo y Tavares, jugadores de primera línea en sus posiciones a nivel continental como Deck, Musa y Hezonja, recuperó a Garuba desde la NBA, Ibaka venía de una buena temporada en Múnich en su regreso a Europa... Pero la química no es la ideal, no se ha alcanzado un mínimo para ser un equipo dominante. No quiere decir que no lo acabe siendo. Andrés Feliz y Rathan-Mayes, que este verano estuvo preparándose en The Embassy para llegar al Madrid, aún no se han ubicado. Y los jóvenes Ndiaye y Hugo González van metiendo la cabeza.

Verbalizaba Chus Mateo, que trabajó en el Unicaja en tres etapas anteriores y que tiene un estrecho vínculo con la provincia de Málaga, tras caer ante el Fenerbahce que “el tiempo va pasando y no somos capaces de jugar como nos gustaría”, aseguraba: “Es importante dar un paso fuerte y grande defensivamente porque eso nos va a ayudar a tener más fluidez y a jugar más en velocidad”. Mateo relevó a Pablo Laso y a las dudas sobre su capacidad respondió con un título de Euroliga en su primera temporada. No anduvo lejos tampoco del segundo la anterior y ganó la Liga y la Copa. 

Hay quien piensa que el potencial del Madrid debería hacerle jugar mejor y Mateo es el eslabón más débil al que se señala cuando hay problemas, pero en la víspera del encuentro ante el Fenerbahce Sarunas Jasikevicius recordaba algo esencial, las numerosas piezas de máxima jerarquía que se habían marchado del club en el verano. “Si piensas en quién se ha ido del equipo este verano, es que esta gente puede ser un quinteto titular para ganar Euroliga. Si hablamos Chacho, Rudy, Poirier y Yabusele, es que tienes opciones para ganar la Euroliga con esta gente. Pensando en Chacho y Rudy, lo que significaba tenerles un vestuario cada día. Es que gente así es es muy difícil de encontrar ahora mismo. Son ganadores natos”, apuntaba el lituano, que durante muchos años estuvo en la acera de enfrente, en el Barcelona, en dos etapas de jugador y una como técnico. Y que sufrió, por ejemplo, a los dos campeones del mundo españoles retirados. En la Euroliga que se gana en 2023, ellos dos y Llull estaban en la cancha en los momentos decisivos. Llull sigue, a un nivel que defensivamente suele ser el punto a atacar por los rivales pero con esa capacidad para meter canastas imposibles y virar el rumbo de partidos todavía vigente. Los caracteres de Musa y Hezonja no parecen los más serenos para liderar. El croata, Campazzo y Tavares se acercan a los 30 minutos por partido en Euroliga. Ha habido también lesiones que han retrasado adaptaciones, como la de Feliz. Mal perder, algo que no ha sido exclusivo de esta temporada, protestas y técnicas y algunos mensajes a través de las redes sociales de dudosa idoneidad... No parece caminar por el camino adecuado el Real Madrid, pero los títulos empiezan a ganarse en febrero y sería una temeridad minusvalorarles o apartarle de los pronósticos. El Unicaja, no obstante, sí puede hacer pupa en el WiZink, pero se encontrará a un rival envalentonado y con el cuchillo entre los dientes. Un arma de doble filo.

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