Tyler Kalinoski llegó a Málaga el pasado verano sin mucho cartel, reconocido por su magnífico año en Lugo, eclipsado por un Musa estelar. El Unicaja aprovechó un caladero sugerente para hacerse con un jugador completísimo, del que se tenía constancia que iba a dar variantes infinitas a la línea exterior, con ese control de calidad de ya haberse forjado en la Liga; una operación además que fue relámpago, y que si uno echa la vista atrás, aparecen otros nombres que generaban más expectación o ruido. La Copa ha sido un buen escaparate para todos los que forman la plantilla, consecuencia directa del título y el cómo se ha producido, provoca que desde muchos puntos del mapa se va a empezar a mirar con lupa a Málaga, hecho que ratifica que se están haciendo las cosas de maravilla en Los Guindos. Pero el club cuenta con la suficiente capacidad de atracción, también económica, como para convencer a gran parte del núcleo campeón de Copa y lo que esté por venir, aún con mucho por disputar hasta junio, y donde la plantilla aún puede verse más revalorizada.

El club ya ha iniciado conversaciones para que siga el jugador de Ohio, para muchos el verdadero MVP del Unicaja en Badalona por su regularidad y porque apareció en momentos delicados del torneo. Aparece en diferentes fotos a lo largo de los tres partidos. Cierto es que varios merecieron ese galardón, le tocó a Carter por su partido vistoso en la final, decisivo también por supuesto, pero Kalinoski fue el que mantuvo una línea más estable. Entra en otro nivel por su incidencia en el torneo y porque este tipo de jugadores valen más al peso según van avanzando los tiempos. Muy difícil encontrar en el panorama baloncestístico alguien que haga tantas cosas, y tan bien, ya borrada esa etiqueta de tirador, sí, pero es mucho más que eso. Fue máximo reboteador del Unicaja en la Copa. "En Lugo nos dijeron que nos llevábamos a una joya", bromeaba Juanma Rodríguez hace unos días en 7TV. Un chollo que encontró el director deportivo y del que ahora presume, con razón. Ese sentimiento es recíproco, con un Kalinoski que está encantado en Málaga, ya se le vio en en el balcón del ayuntamiento muy suelto mientras los miles de aficionados coreaban su nombre. 

"Durante su año en Brescia, ya se le veían cosas de jugador sólido, sin tener un físico espectacular, siempre está bien puesto, que trabaja, corre, incluso puede estar acertado pese a ello en finales apretados de partido. El año pasado un 70% de los tiros se centraban en la primera parte porque jugaba muchos minutos, él jugando menos tiene la capacidad para ser más constante en su acierto. Es muy bueno, y no es por ponernos medallas, pero sabíamos que era muy bueno. No hay tantos jugadores que tengan esa capacidad de tiro, defender, correr, máximo reboteador en la Copa... es que hace muchas cosas, y con la lesión de Djedo, es el defensor más sólido del perímetro junto a Kendrick y Alberto", le radiografiaba Ibon Navarro en Málaga Hoy, también reconocía el vitoriano que su dimensión como jugador es superior a la primera idea que había en verano.

Un movimiento estratégico sensacional en los despachos porque este Kalinoski tendría hueco en cualquier equipo de máximo nivel, el Unicaja fue sigiloso, también con mucho trabajo detrás, apostó y ganó. Junto con Ejim y Kravish, los únicos que no tenían pasado en Euroliga de los nueve fichajes, de ahí que se pudiese generar la duda. No se equivocaron en Lugo, tampoco en Málaga.