La trillada maldición del Carpena y la gestión en el Unicaja
Ibon Navarro y el papel de anfitrión: "No hablamos de esto dentro; sabemos que tenemos muy pocas ventajas de jugar en el Carpena"
Así luce el Carpena
Con el tiempo se ha ido formando una leyenda negativa sobre el Unicaja y la imposibilidad de ganar un título en casa. La secuencia de los 11 títulos en los últimos 24 años de historia de la entidad comenzó en Vrsac (Serbia) y siguió por Zaragoza, Vitoria, Valencia, Badalona, Belgrado, Singapur, Murcia, Las Palmas, Atenas y de nuevo Singapur, primer lugar donde se ha repetido. Al Unicaja se le presenta un nuevo reto: ser el primer club en proclamarse campeón de la Supercopa Endesa como anfitrión. No lo ha logrado nadie en las 21 temporadas en las que la competición se ha desarrollado en una sede con equipo local invitado.
En este ciclo, no pudo ser en la Final Four de BCL en 2023 ante el Bonn, tampoco en esa Copa del Rey del 2024 con un Unicaja que acudió como líder. Un reto que está ahí para tacharlo. De ello hablaba Ibon Navarro en la previa de la Supercopa. “No hemos comentado nada de esto. Creo que tenemos muy pocas ventajas de jugar en el Carpena, solo que hoy los jugadores dormirán hoy en su cama, mañana igual, vamos a tener nuestra sala de pesas, de fisios… Muy pocas más. Vamos a ver si eso nos vale para descansar un poco más y estar un poco mejor a nivel de recuperación. El equipo sabe que la única ventaja tenemos de jugar en el Carpena es eso que he dicho. A partir de ahí, hoy hemos entrenado a las 9 de la mañana, algo que no es normal cuando estás en tu casa. Pero estamos jugando un torneo fuera de casa para nosotros, solo que vamos a tener que dormir en nuestras camas con nuestras familias y no en un hotel, echaremos la siesta en su casa y el tratamiento en la sala de fisios. No va a ser el Carpena nuestro Carpena, va a ser multicolor”.
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