El Unicaja tiene ahora una misión muy importante en el mercado, que a buen seguro marcará su techo en la próxima temporada. Ahora el principal objetivo es cerrar el fichaje de un base después de la contratación de Jonathan Barreiro, con la que se sacó músculo. Tras la negativa de Darius Thompson, al que el Lokomotiv Kuban encandiló con una suculenta propuesta, el equipo malagueño sigue escrutando su lista de preferencias. Y en ella está el italiano Marco Spissu, de cuyo interés informó Encestando. Un jugador que entra dentro del perfil al que en este contexto se puede acceder en Los Guindos y al que ya se le ha trasladado el deseo de que forme parte del nuevo proyecto. 

Spissu, de 1.82 metros y 26 años, es un valor al alza. Ha tenido un papel destacado en la Lega (13 puntos y 5 asistencias) y en la Basketball Champions League (11.6 puntos, 3.8 rebotes y 6.9 asistencias), competición que conoce bien. Está en el punto de madurez de su carrera, en un pico alto. Formó parte de la gesta de Italia hace una semana para meterse en los Juegos Olímpicos eliminando a Serbia en Belgrado (aunque no jugó ese partido) y estará en Tokio. Da idea del momento en el que se encuentra. Se trata de un base zurdo con una capacidad anotadora buena y que destaca por su dirección de juego, teniendo partidos de 15 asistencias. Tras la salida de Gal Mekel se busca un uno organizador que acompañe a Alberto Díaz y Jaime Fernández con cierta capacidad física. 

El transalpino entra dentro de los parámetros en los que ahora se mueve en el Unicaja. Sin capacidad para acceder a muchos de los mejores bases del mercado, en Los Guindos se es consciente de que ha vuelto la época de hacer apuestas. En su momento se pescó con mucho acierto en el baloncesto italiano con jugadores como Jeff Brooks o Will Thomas. El último en llegar desde ese destino fue Aleksa Avramovic, que no brilló en Málaga pero que ha firmado por el pujante Partizan de Zeljko Obradovic. Los dos nombres que trascendieron para el base han jugado esta temporada en la Lega, lo que ayuda a entender por donde van los tiros.

Contractualmente hay alguna traba y es que Marco Spissu tiene contrato con el Dinamo Sassari hasta 2022. Es uno de sus baluartes y entre sus intenciones no está desprenderse del exterior. Así, si el Unicaja da el paso y le presenta oferta, tendrá que pasar por caja para culminar la operación. Según informaron diferentes medios la cláusula de rescisión es algo inferior a los 100.000 euros. Es asumible para los cajistas, pero también hay que tener en cuenta el contexto y que por Barreiro ya se hizo un importante desembolso. Es una semana importante para ver qué camino toma este asunto. El Unicaja quiere acelerar por el base y Marco Spissu está bien colocado.