Unicaja Baloncesto

El mejor Jaime, en el peor momento

  • El madrileño hace la actuación más completa de su carrera y da mucho oxígeno en un tramo complicado

  • Venía de unas semanas irregulares, marcada por los problemas en el talón derecho

Jaime Fernández trata de zafarse de Harper.

Jaime Fernández trata de zafarse de Harper. / marilú báez

El mejor Jaime Fernández en el peor momento del Unicaja. O al menos, en uno de los peores. Las derrotas en Andorra y Burgos, además de la de Estambul, habían abierto alguna grieta. De ahí lo primordial de la victoria frente al Gran Canaria, al que se alcanza en la ACB. Era importante no descolgarse más, por más que la Copa del Rey esté asegurada.

Un triunfo que tuvo como padre al madrileño, en el partido más completo de su carrera. Debería decir él si en lo sensorial lo es, pero los números dicen que sí. Se fue hasta los 38 de valoración, una cima sin bandera aún para él. 25 puntos, la mayoría en los momentos de la verdad. 15 en la segunda mitad, donde se declinó la balanza. Él y Brizuela levantaron al Unicaja cuando iba cuesta abajo.

Jaime ponía luego en contexto el triunfo. "En la dinámica en la que estamos es complicado jugar, voy a ser honesto. A nadie le gusta estar en esta dinámica y entiendo que la gente quiere que ganemos, pero nosotros somos los primeros que queremos ganar. Es complicado a veces aguantar el chaparrón. Creímos y es de mucho mérito", decía el madrileño en Cope, mientras rebajaba pulsaciones: "Cuando perdía decía que no éramos los peores y ahora no somos los mejores. Hay que seguir trabajando y no hemos hecho nada. La liga está en pañales, hay que seguir".

"No pretendo que sea mi obsesión, no voy a meter todos los días 25 puntos. Tenemos una plantilla de 13 jugadores y me tocó a mí", continuaba el jugador cajista, que se centraba en un asunto fundamental: "Intenté dar al máximo de energía y cuando me encuentro más o menos bien y sano las cosas salen mejor".La mejor noticia de la exhibición de Jaime Fernández quizá no fueron sus números, sí verle de nuevo con esa chispa. Con esa marcha más que mete al Unicaja en otro nivel, le sube un escalón o dos. Estuvo desbordante, indescifrable para la defensa amarilla. Más aún cuando hubo pista para correr.

No pareció resentirse de esas molestias en el talón derecho que le produce el espolón que tiene. Los servicios médicos del club de Los Guindos le cambiaron de tratamiento hace unas semanas y el descanso en la Eurocup ha sido tremendamente favorable. Es una lesión casi crónica, que se debería solucionar pasando por el quirófano, y que le ha hecho perderse algunos encuentros. Ahora habrá que ver cómo responde con la exigencia de dos partidos semanales, con la vuelta de la competición continental. Es la gran duda del jugador y también de los integrantes del equipo malagueño. En cierta manera, la llegada de Brizuela puede descargarle de protagonismo. Se ha comprobado que un Jaime sano, jugando al uno o al dos, ayuda a dar un paso adelante.

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