Pasado el 30 de junio explotó el mercado explotó y en la ACB cada día se están dando muchos movimientos. En las últimas horas hubo fichajes importantes como los de Nigel Williams-Goss, Yabusele o Víctor Claver. El Unicaja sólo incorporó a Jonathan Barreiro, considerado como un movimiento estratégico en el club de Los Guindos. Quizá ello y las circunstancias peculiares de la operación explican que se produjera en ese momento. No hay que olvidar que el equipo malagueño se encuentra en un verano especial en lo institucional, con un presidente interino y un director deportivo a semanas de su jubilación. Dos puestos que deberán ser reemplazados y lo único que se desconoce es la fecha de entrada de los sustitutos. En la parcela deportiva todos los caminos conducen a Juanma Rodríguez. 

Ese cambio de poderes está produciendo que se pierda cierta agilidad en el mercado. Aunque también es cierto que el conjunto cajista cuenta con el arma de que el núcleo duro de la plantilla continuará. Bouteille y Abromaitis, los dos que parecían tener la puerta más abierta, se quedarán salvo imprevisto importante. Al estadounidense se le cerró la vía del Lenovo Tenerife. Por ello se harán dos fichajes y puede que alguno más, pero dependerá mucho del contexto. Y ese par de refuerzos serán un base y un pívot. Hubo algunos tiros fallidos y tras el fichaje de Barreiro se siguen escrutando las posibilidades. 

No es un verano donde haya grandes bases disponibles. Se está viendo lo que están firmando los equipos de Euroliga. Basta hacer una regla de tres y ver lo que hay disponible para el Unicaja. Trascendió el interés por Marco Spissu, pero lo cierto es que aún no hay una proposición sobre la mesa. Debe haber aprobación de más arriba para ir a por el italiano, por el que habría que pagar una cláusula de rescisión al Dinamo Sassari. Se trata de un jugador de 26 años en franca progresión y por el que, de culminarse la operación, se realizaría una importante apuesta en lo económico (al pagar traspaso) y en lo deportivo. 

El interés por Spissu y por Darius Thompson sí evidencian el mercado en el que se está moviendo el Unicaja. Perder la carta de la Eurocup ha redirigido hacia una posición de jugadores menos contrastados, aunque con experiencia y buen rendimiento en la Basketball Champions League. Está por ver cómo va progresando la negociación si es que el Unicaja da finalmente el paso, algo que se conocerá en estos días. El exterior espera noticias concentrado con Italia con la que disputará los Juegos Olímpicos de Tokio. Son los pasos para un movimiento que se considera capital en la confección de la plantilla.