Unicaja Baloncesto

La mutación del rol de Adams

  • El americano va menguando minutos como director de juego puro en favor de un papel más ejecutor por sus cualidades cara al aro

Adams anota un triple mientras el banquillo se vuelca.

Adams anota un triple mientras el banquillo se vuelca. / Unicaja B. Fotopress

Con la excepción del partido en Gdynia, en el que completó un partido malo, Josh Adams está siendo el jugador más regular en este arranque de la temporada cuando se trata de mirar el aro en el Unicaja. Su peor puntuación en los otros cinco partidos es 13 puntos. Y su irrupción final ante el Joventut le hizo llegar a los 21, tercera vez que se alcanza el dos por delante.

Josh Adams va tendiendo cada vez más a la posición de dos, aunque la separación entre el base y el escolta en el baloncesto moderno cada vez es más tenue. Sí hay bases clásicos del perfil de Alberto Díaz, a gran nivel también ante el Joventut, pero la figura del combo cada vez es más masiva. Hay quien puede pensar que se cae en la indefinición, pero también es más imprevisible un equipo en el que pueden marcar la jugada y empezar a crear más de un jugador.

De hecho, Casimiro se refería tras el triunfo ante el Joventut a este encasillamiento del que él huye. “A Adams nunca le he definido. En su día dije que tenemos la versatilidad de que puedes jugar de uno y de dos. Tenemos dos combos que son fabulosos (por Jaime y Adams) para jugar al baloncesto actual: Meten puntos, pueden iniciar sistemas, puede hacer cosas... Hoy en día no se pueden establecer posiciones como antaño. Unos son los que generan, otros los que manejan, otros los que finalizan… y en el momento en el que vayamos cogiendo todo ese engranaje, seremos mucho mejores en ataque. Si hay un director de juego, es Alberto”, explicaba de manera didática Casimiro.

Y es que el concepto de multidirección cada vez se impone más en el baloncesto. Y no abarca sólo a los jugadores exteriores. Siempre ha tenido esa capacidad, pero es muy frecuente ver a Carlos Suárez con más protagonismo repartiendo juego desde el poste alto, leyendo cortes y situaciones de desequilibrio en la defensa. La capacidad para anotar de Jaime y Adams (19.2 puntos por encuentro en los cuatro partidos de ACB) divide el foco de atención para los rivales. Hubo momentos del partido del Joventut en el que Jaime Fernández fue el único de los tres en pista y llevó las riendas. Tres pases dio Jaime (tres robos también) y dos Adams. En época de definición de roles, el de Adams experimienta una interesante evolución.

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