Varias voces se han expresado abiertamente en las últimas horas sobre la posibilidad de jugar o no, la idoneidad de acabar la temporada. Por ejemplo, Nacho Llovet, capitán del MoraBanc Andorra e internacional español, habló claro sobre su sentimiento a la hora de volver a competir. En el Unicaja, Alberto Díaz y Carlos Suárez se han pronunciado sobre las ganas de volver. Otros, como Josh Adams, siguen sin verlo demasiado claro.

"Hay muchos jugadores con opiniones dispares, cada uno ha vivido esta cuarentena como ha podido, algunos con temas personales y otros sanitarias. A nivel personal, yo tengo mucha ganas de jugar, se están dando todas las circunstancias para que se pueda llevar a cabo. Los Gobiernos de España y Andorra han dado permisos, la ACB está organizando un final de competición para intentar acabar con equipos y una final atractiva", decía el interior catalán, que era claro: "Exigiendo las máximas garantías sanitarias y deportivas, tenemos una obligación contractual con nuestros clubes y ética con la sociedad, de avanzar, jugar, cumplir con nuestro trabajo, que es jugar al baloncesto".

Días atrás, en el programa Tirando a Fallar se expresaba en términos similares Txus Vidorreta. "El 90% de los trabajadores que han estado atendiéndonos mientras estábamos en casa seguramente hubiera preferido estar en su casa. Si ahora los del deporte podemos trabajar, tenemos que dar un paso adelante y hacerlo. Tenemos que vivir en el corto plazo. Lo que aprendamos ahora nos servirá para más adelante. Y quien no quiere jugar ahora… ¿No querrá jugar si hay un rebrote?", decía el técnico vasco del Iberostar Tenerife: "Con la competición europea soy escéptico. El escenario para la próxima temporada va a ser más complicado que en las ligas locales por la asimetría de la pandemia".