Precaución con Alberto Díaz
El capitán guardará unos días de reposo por unos problemas en el hombro derecho
En principio, descartado para la Copa Andalucía
Nzosa, al Fuenla
El Unicaja mima y cuida a Alberto Díaz, que no pudo debutar en Melilla por unos problemas en su hombro derecho, con su origen en verano y que no han remitido. Entrenó con algo de dolor en su vuelta al trabajo, una incorporación que se produjo la pasada semana, unos días más tardes que el grueso de la plantilla, la explicación de por qué no contó en ese estreno con el Benfica. Rondó la preocupación en el club en los últimos días, si esa lesión podía ser algo serio, y con las exigencias del equipo en septiembre un riesgo de adversidad grande si Alberto tiene que parar varias semanas. Unas pruebas recientes descartaron algo importante, pero sí tendrá que interrumpir su actividad unos días, ausentarse de la rutina del equipo, por lo que en un principio no jugará la Copa Andalucía este sábado ante Covirán Granada. No está todavía descartado del todo, tendrá que pasar una última evaluación este viernes por si viaja, pero no se arriesgará lo mínimo. No hay necesidad de forzar una situación a diez días de volar a Singapur. En un play off o Final Four se da el paso, pero en pretemporada hay mucho que perder. Es una buena noticia, porque en el Unicaja existía inquietud, al ver que esos problemas de hombro no desaparecían.
El cómo vaya evolucionando ese reposo, y los efectos en su hombro, marcará la vuelta del capitan del Unicaja. La pretemporada está apretadísima, una rutina de partidos que ya no para. Tras la Copa de Andalucía, esos dos últimos ensayos en el Costa del Sol (5 y 7 de septiembre) y viajar a Singapur. El escenario ideal sería ver a Alberto Díaz competir en alguno de los amistosos y afrontar ese sprint de septiembre con las mejores garantías. Es una pérdida importante, pero también subsanable, viendo las buenas prestaciones que da Tyson Carter de '1', la que ya es su posición natural, convertido a un gran generador, más un talento ofensivo de nacimiento. Más Perry. Por lo tanto se puede avanzar sin daños, pero estropear el molde en verano supone un riesgo de pérdidas ya arrancada la temporada, y más en un Unicaja donde todo está muy medido, esas cargas precisas que minimizan el riesgo de lesiones y que aseguran un buen nivel del equipo en los diez meses de temporada. Los 67 partidos de Alberto Díaz en la 23/24 pasan factura, una temporada infernal, culminada con una gran participación en los Juegos de París, pero con alguna secuela ahora tendrá que parar. No mucho tiempo, menos de lo que podía imaginar el Unicaja hace unas horas. Con precaución y que su estreno se produzca sin riesgo de recaida.
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