Real Madrid-Tenerife: Una final de Euroliga (72-71)

El La Laguna Tenerife tuvo contra las cuerdas durante un gran tramo del partido al Real Madrid, pero habrá final de Supercopa con dos equipos de Euroliga. Los de Sergio Scariolo se medirán al Valencia este domingo a las 19:00 horas. Buen partido de baloncesto en estas instancias, seguramente más equilibrado que más adelante en la temporada, pero un espectáculo acorde. Se le intuye mucho al Madrid pero aún está verde. Y el Tenerife, un año más, siempre está ahí. Se quejó amargamente del arbitraje.

El Real Madrid, al son de Campazzo, empezó dominando el partido (16-10), pero el La Laguna Tenerife, un equipo que parece crepuscular ya en su ciclo exitoso pero que cada año va prolongándolo con un sello inconfundible, con presencia en las instancias finales de cada competición (tercera semifinal en 2025). Marcelinho Huertas, ya 42 años, sigue dominando partidos y tendencias. Es un equipo que en la longitud de las temporadas y en esfuerzos continuados con poco descanso sufre lógicamente, pero que en salida parada puede ganar a cualquier equipo de la competición española. Si hay un momento para sorprender a los transatlánticos es en estos comienzos. Ha añadido algunos registros interesantes el La Laguna, como un Rokas Giedraitis, casi una década en Euroliga, que amplía las venenos a elegir para los rivales cuando aumentan los espacios. Con Shermadini haciendo daño a un Tavares siempre tendente a la desesperación, del 24-20 al inicio del segundo cuarto se pasó al 35-45 al descanso, con momentos de sinfonía baloncestística canaria.

El roster del Madrid hace vislumbrar un potencial tremendo, nivel Final Four de Euroliga, pero necesita su tiempo de cocción y seguramente algún generador más para crear espacios para la tremenda carrocería física. Ya se conoce el método Scariolo, particularmente paciente para privilegiar picos de rendimiento para momentos candentes y procesos de integración. Cierto es que el Madrid es una exgencia extrema y se demandan victorias para ayer.

Progresivamente, el Real fue equilibrando la balanza, al La Laguna le costaba encontrar situaciones más claras para anotar, pero resistían los de Txus Vidorreta al entrar en el último cuarto (55-60). Otro recital arbitral, con técnicas y antideportivas, indignaba al Tenerife, ya también con fuerzas más justas ante la exuberencia rival. Abalde, con un triple sobre la bocina de la posesión, daba la primera ventaja (64-63) a los blancos desde el primer tiempo. En el columpio y con cambios de liderazgo se desarrollaban los últimos minutos, con un impulso de Tenerife (66-69 y un par de posesiones para subir no culminadas) y tiros libres de Deck (72-71) a falta de 20 segundos. El triple de Jaime Fernández no entró y el Real Madrid se enfrentará al Valencia en una final de Supercopa digna de Euroliga en el Martín Carpena.

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