Unicaja Baloncesto

El rebote, un boquete inesperado

  • El Unicaja ha evidenciado carencias en este segmento en los últimos partidos cuando se esperaba que fuera una de las fortalezas de su juego

Gerun pelea por un rebote con Shermadini y Dani Díez.

Gerun pelea por un rebote con Shermadini y Dani Díez. / ACB Photo / M. Pozo

Las dudas que podían surgir cuando se completó la plantilla del Unicaja 2019/20 no contemplaban un boquete en el rebote. Al contrario, se esperaba, con el aumento de la capacidad física y atlética del plantel, un dominio en esa faceta del juego que fue proverbial para la idea de juego que se promovía en la era Joan Plaza y en la que hubo dudas la temporada pasada.

Ya en Sevilla, en la final de la Copa Andalucía, se vio como extraño que el Betis casi doblara en rebotes a los cajistas. No ha ido mucho mejor en los dos partidos posteriores. En Manresa, el BAXI se impuso 42-35 en ese segmento. Más de lo mismo ante el Tenerife, 26-36 para los canarios. Normalmente se mira a los pivots a la hora de evaluar esta faceta. Hay un evidente componente individual, pero también una labor colectiva y de mecanismos de colocación que aún no ha cristalizado. En los dos partidos de ACB ha habido numerosos lances en el que tras el segundo o tercer toque, el balón ha caído del lado rival.

Choca porque hay jugadores con cualidades para el rebote no sólo en la línea interior. Toupane y Ejim son dos ejemplos de hombres con números cualificados en anteriores equipos y con potencial claro para superar a sus pares en esa pelea. 

El rebote no sólo condiciona por el obvio hecho de que el rival tiene más posesiones. También porque perderlo evita que el Unicaja pueda utilizar una de sus armas que se presumen más dañinas, el contraataque. En momentos de evidente espesura en el juego estático, si bien se vio un progreso ante el Tenerife respecto a Manresa en la circulación de balón (10 asistencias en el Nou Congost, 21 en el Carpena), hasta que fragüen la conjunción y los sistemas, el Unicaja tiene varios jugadores para conducir el balón rápido hasta la otra canasta y generar alguna situación más cómoda.

Este problema en el rebote fue señalado por Luis Casimiro como una de las causas de la derrota ante el Tenerife. “Me preocupa el rebote. Tenemos que estar reconociendo las posiciones donde estamos y luego pelearlo. A veces pensamos más en el sitio y se nos escapa eso. Hay que ponerse y querer ese rebote. Lo estudiaremos porque tenemos que ser un equipo que no tenga problema en el rebote”, admitía el técnico manchego.

Las contingencias en la preparación, la ausencia de jugadores y diferentes estados de forma, son una de las causas de los problemas en este arranque. Problemas hay en todos los equipos, no obstante. El Manresa no tenía a Ryan Toolson y el Iberostar a Aguilar y Singler. Y sacaron el partido adelante.

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