Camino a la solidez (96-80)
Resultado y crónica del Unicaja-Coosur Betis
El Unicaja consigue una importante victoria ante el Coosur Betis
Aleja al colista a cuatro victorias y mantiene dos con el descenso
Buen juego atacante partiendo de la defensa
Buen ejercicio de solidez del Unicaja, que en el camino hasta convertirse en un equipo fiable y ganador debe transitar este camino e ir completando pruebas como la victoria ante el Coosur Betis (96-80). Dominó del minuto uno al 40, pero salvó un momento que podía ser crítico en el tercer cuarto. El equipo sevillano llevaba el ritmo y tuvo varias posesiones para bajar de cuatro puntos de renta, la alambrada que colocó el equipo malagueño. Fue clave la irrupción de Darío Brizuela, bien todo el partido, pero capital con tres acciones en apenas 15 segundos. Rebote en ataque, canasta y mate tras robo. De 55-51 a 59-51. Pero, más importante, cambió el viento de un partido que no pintaba igual de bien que en un primer tiempo bastante sólido.
Sumar continuidad a este nivel es la tarea del Unicaja. Le dará para ganar algunos partidos y otros no. Sigue manteniendo dos victorias de renta sobre el descenso, pero ahora también con el 13º. El partido del miércoles ante el Bilbao es capital para acabar de espantar los fantasmas del descenso antes de un abril durísimo en el que el calendario se complica bastante, en cantidad y calidad de los rivales.
El equipo de Navarro salió al partido con las ideas claras. Es algo que se ha ganado desde la llegada de Ibon Navarro, que ha conseguido un quinteto que rinde, salvo alguna excepción concreta, desde el inicio. Es una ventaja no tener que ir a remolque. Alberto Díaz marcaba la línea defensiva con un buen trabajo sobre el arma letal bética, Shannon Evans. Es inevitable que el americano anote, pero si se le fuerzan pérdidas y no está cómodo se gana terreno para avanzar en la táctica. El Unicaja iba ya rondando los 10 puntos de renta. Casimiro, aplaudido por el Carpena en su presentación, paraba el partido en esa coyuntura. Los cambios en la rotación, en primera instancia, ayudaron a los sevillanos a asentarse en un partido.
El Unicaja, no obstante, se recompuso. Mooney permite mantener la línea defensiva alta y le robaba balones también a Evans. Por ahí pasaba el plan defensivo. Bertans se soltaba y metía dos triples, pero Francis le daba una buena réplica. Cameron Oliver también dejaba su sello de calidad en varias acciones, aunque perdía un par de bolas tontas. Pero va ampliando su catálogo. Dio dos pases de alta escuela para asistir a Bouteille y Mooney. Debe corregir lo otro.
El equipo malagueño tenía un par de oportunidades de romper a diferencias de 14 o 15 puntos, pero un poco de precipitación(es previsible cuando se pretende correr como estilo básico) lo impedía. El Betis pegaba otro arreón, pero un triple de Brizuela y una gran defensa final dejaba la renta en 10 puntos al final del primero tiempo (44-34).
La salida tras el descanso no fue óptima. Navarro optó por la pareja Cameron-Kravic en vez de Abromaitis-Guerrero y no hubo la misma solidez. Duraron dos minutos en pista y rápidamente regresaron los titulares. Pero el Coosur ya se había metido en el encuentro más, el ritmo era más adecuado a sus intereses y sus interiores causaban problemas. Además, la tercera falta de Alberto Díaz le sacaba del duelo pronto y condicionaba la defensa posterior. Con 51-47, el Betis falló un par de ataques para recortar más la distancia. Eran momentos complicados, en los que el partido tendía a igualarse hasta el final. Brizuela completaba tres acciones sensacionales. Un rebote de ataque poderoso entre pívots con canasta posterior a aro pasado en situación difícil y un mate al galope para dar oxígeno (59-51), con tiempo muerto de Luis Casimiro. Pero el Unicaja había recuperado sensaciones. El partido derivó a un duelo Mooney-Evans. El cajista no rehuía y a veces se precipitaba, pero le miraba a la cara al jugador franquicia rival. El equipo malagueño pegaba un estirón antes del final del tercer cuarto (73-59). Un mate de Oliver, otra vez irregular, y una gran defensa de Francis Alonso para sacarle la falta en ataque a Evans daban un impulso importante a las opciones de victoria malagueñas.
Ahí había estado el nudo del partido. Fue un punto de inflexión brutal. En apenas siete minutos, el Unicaja dominaba 89-66 tras un contraataque llevado magistralmente y culminado desde la esquina por un Francis Alonso que se gana cada segundo que está en pista con su trabajo atrás. Así se cimentó la décima victoria de la temporada. Son pocas y se celebran aunque se esté muy lejos de lo esperado.
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