Rubén Guerrero, una torre amiga en Andorra
El canterano cajista espera este sábado en Andorra, consolidado en la ACB pese a sus descensos con Obradoiro y Granada en las dos anteriores temporadas
Puesta a punto del Unicaja
Hace ya más de una década que Rubén Guerrero hizo las maletas para ir a Estados Unidos. Un ala-pívot espigado de 2.10 metros que jugaba de cara volvió seis años después convertido en un cinco puro y una mole de músculos, ya en 2.13. Años repartidos en Kansas, Florida y Alabama antes de regresar al Unicaja en 2019. Más de 150 partidos con el primer equipo, en una dinámica que no era la óptima, llevaron a la salida del equipo en el verano de 2022, rumbo al Obradoiro. Allí jugó dos años, otro más en Granada, con sendos descensos. Ahora está en Andorra a las órdenes de Joan Plaza y aguarda este sábado al Unicaja. El equipo está en la zona baja y pelea por escalar puesto.
El marbellí juega 11 minutos por partido, en los que promedia 4.8 puntos y 4.0 rebotes para 7.8 de valoración aunque tuvo más protagonismo en el partido ante el Tenerife (16 puntos y 24 de valoración, sus tope en ACB) que en el resto de duelos. Es su séptima temporada completa como profesional en la Liga Endesa y, recién cumplidos 30 años, quizá no ha cumplido las mejores expectativas que había en él, pero sigue con su su carrera, ahora al pie de los Pirineos. No es el único canterano cajista, también está Rafa Luz allí en el Principado.
“La verdad que he tenido una buena adaptación, conforme pasan las temporadas estoy más acostumbrado a las pretemporadas y a los cambios de equipo. Es verdad que hemos tenido un inicio complicado pero estamos a la espera de comenzar a rodar como equipo”, explicaba en Zona Verde de 101TV el gigante marbellí: “Pienso que mi seguridad viene a partir de la defensa, en el momento que me veo bien reboteando, siendo sólido en defensa, cortando bloqueos… Voy cogiendo más confianza. Ya con esa confianza me voy animando a aportar más en ataque con puntos y asistencias. Al final con los años va llegando esa experiencia, jugar me va haciendo ver ese jugador que soy hoy. Esta experiencia me permite llegar a un equipo aportar y saber lo que puedo dar de mi”.
Acerca de cómo ve al Unicaja, Guerrero decía que “pienso que el ciclo sigue después de año tras año ganando títulos, seguramente esta temporada caigan más. Es verdad que hay cambios pero estos jugadores tienen nivel. Siempre cuesta llegar nuevo en un equipo tan exigente con la presión añadida que tiene el equipo. Llevamos muy pocas jornadas y este equipo va a ir a más. Va a hacer un temporadón”.
“Ha cambiado un poco porque va evolucionando. Sigue con la importancia de los pequeños detalles. Entrenando de manera individual a los jugadores para que sean mejores. Al rebote le da la importancia que tiene ya que es muy clave en el baloncesto”, señalaba sobre cómo es trabajar día a día con el entrenador con más partidos ne la historia del Unicaja, Joan Plaza, y habló de su duelo con Olek Balcerowski:“Es un jugador joven que tuvo sus altas y sus bajas en su primera temporada. Cuando ha llegado su confianza y se tuvo paciencia está mostrando un gran nivel. Tengo muchas ganas de enfrentarme a él”.
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