Sergio de Larrea, un estimulante regreso de Larry al Carpena
El joven base del Valencia Básket (19 años) rompe la puerta y ya jugó en Málaga durante el Mundial sub 17 en el que España fue subcampeona
Piropos de Pedro Martínez

La nueva ola del baloncesto español tiene en Sergio de Larrea uno de sus máximos exponentes. El joven canterano del Valencia Básket (cumplió 19 años a finales de 2024), reclutado desde Valladolid en edad cadete, es un jugador catalogado como "pata negra" desde muy niño por los técnicos federativos. Un base que frisa con los dos metros y con un catálogo técnico y físico pocas veces visto de manera conjunta en España. Con ello se mezcla un factor estético. Es un jugador que entra por los ojos por su dominio de los fundamentos, su bote y su plasticidad. Pedro Martínez le da cancha, le tutela. Hace una semana rozó el triple doble en un partido ante el Granada y su proyección se vislumbra tremenda. Sergio Scariolo ya le hizo debutar el pasado verano, hizo la preparación para el Preolímpico y jugó algún amistoso. Oficialmente, también jugó ya en la pasada ventana. "Es un jugador por el que apostamos mucho de cara al futuro", dijo entonces el técnico afincado en Marbella. No sería nada extraño verle en el próximo Eurobásket.
De Larrea, al que apodan Larry, nombre propio en la historia del baloncesto, viene a Málaga este sábado y no será la primera vez que lo haga. Hace apenas dos años y medio jugaba en la Costa del Sol el Mundial sub 17, en el que España lograba una excelente medalla de plata en una tremenda final ante Estados Unidos (brillaba el que se pronostica número uno del próximo draft, Cooper Flagg). La primera fase en Alhaurín de la Torre y desde cuartos de final en el Martín Carpena. En aquel torneo estaban Izan Almansa, Hugo González, Aday Mara, Lucas Langarita, Álvaro Folgueiras, Lucas Marí... Todos ellos ya debutantes en profesionales, con el malagueño destacando bastante en la NCAA. No fue el mejor torneo de De Larrea, que fue menguando conforme avanzaba la competición, perdiendo confianza. Pero dejó destellos que empieza a corroborar en la élite. En 2023 saltó una categoría y fue parte del equipo campeón del mundo sub 19 ante la Francia de Risacher y Sarr, los dos primeros del último draft. Con él también en la rotación principal.
La llegada de Pedro Martínez ha ayudado a potenciar el talento de De Larrea. Pasó una lesión de tobillo que le hizo perderse varias semanas, pero volvió a gran nivel. Juega 11 minutos de media en ACB, con 6.5 puntos (55% en triples, 45% en tiros de dos, y 90% en libres), 2.6 rebotes, 2.5 asistencias y 8.3 de valoración. Números similares en Eurocup, con 5.2 puntos, 3.3 asistencias, 1.8 rebotes y 7.5 de valoración. Pero lo mejor no son las cifras, sino la sensación de que se ha adaptado plenamente a la élite.
"Es una pasada. Un chico buenísimo. Lo mejor que tiene es su humildad, un chico con la cabeza en su sitio, está centrado en lo que tiene que estar centrado. Dejarlo crecer, que se centre en el baloncesto y en sus estudios. Y que siga siendo tal y como es. El tiempo ya le pondrá en su sitio. Tenemos que valorarlo y a la vez dejarlo crecer. Es muy maduro, se ve que está haciendo las cosas muy bien, trabajando en el día a día", decía sobre él en Málaga Hoy Jaime Pradilla, su compañero. Brillante estudiante universitario de Ingeniería Biomédica, hijo de ex jugadores, prefirió seguir en España su carrera. "He tenido ofertas de EEUU, pero al final tenía claro que me quería quedar siguiendo mi formación en España, en el Valencia Basket", reflexionaba en Las Provincias. Posiblemente irá allí más pronto que tarde con otro fin. Mientras, a disfrutarlo en España.
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