Tyson Carter se fue en octubre pasado ovacionado del Carpena cuando fue expulsado por una técnica y una antideportiva. Había metido 21 puntos, mostrando un nivel de juego de categoría superior al del modesto pero orgulloso equipo griego. Es un perfil de jugador emergente que el Unicaja debe perseguir en siguientes mercados, anticiparse a las explosiones que hagan ya inviable el acceso a un jugador.

Carter juega su penúltimo partido con el Lavrio, también lo hará el día 27 ante el Panathinaikos en la Copa de Grecia, porque se marcha a la Euroliga, sube dos escalones para reforzar al Zenit San Petersburgo de Xavi Pascual. 17,6 puntos, 2,8 asistencias y 1,6 rebotes son sus cifras en cinco partidos jugados en la BCL, mientras que sus números son de 16,5 puntos, 2,9 asistencias y 2,8 rebotes en la Liga griega. Este verano estuvo a punto de salir al Olympiacos, pero prefirió seguir en el Lavrio ahondando en su formación, con minutos y protagonismo. Pero pocos meses después, lo reconoció Christos Serelis en sala de prensa, es inevitable la marcha de Carter. Antes, tiene una misión, ganar al Unicaja y meter a su equipo en el play in de la Basketball Champions League para agradecer que fuera su lanzadera en Europa.