Unicaja Baloncesto

El termómetro verde

  • Alberto, Jaime Fernández y Carlos Suárez son los jugadores de la plantilla con impacto más positivo en pista del plantel

  • Desde el club siempre se recuerda el lastre que fueron sus lesiones

Jaime Fernández y Alberto Díaz después de un entrenamiento en el Carpena.

Jaime Fernández y Alberto Díaz después de un entrenamiento en el Carpena. / javier albiñana

Ahora que está cercenada la posibilidad de jugar la Euroliga la próxima temporada es tiempo de hacer introspección. La hace el Unicaja, donde a menudo se recurre a pensar qué hubiera podido ser en caso de no haberse lesionado piezas esenciales para Luis Casimiro. Un ejercicio de ciencia ficción en balde porque el curso está casi definido. Queda por ver el orgullo de la plantilla en la ACB.

No obstante, por más que sirva de poco, los datos sí que refrendan la importancia de Alberto Díaz, Jaime Fernández y Carlos Suárez. El núcleo español junto a Dani Díez. Los tres, de hecho, son los jugadores con mejor impacto positivo cuando están en pista del plantel verde. Un guarismo relativo, sobre todo, en el caso del base malagueño, que se perdió dos tercios de la campaña.

El Unicaja jugó 46 partidos hasta ahora. En el mejor de los casos se sobrepasará la barrera de los 60 encuentros. Por debajo del año anterior, con la Euroliga marcando el paso. Jaime jugó 36, Suárez 31 y Alberto 16. El escolta tiene un +6.1 cuando estuvo sobre el parqué – era el jugador más utilizado por el entrenador hasta su lesión–, el ala-pívot posee un +4.1 y el director de juego presume de un +5.4. El pelirrojo sobresalió en este aspecto en el duelo con el Joventut, vital entonces en la lucha por la cuarta plaza, con un +35 que definió el signo del choque. Cerca de ellos sólo está Waczynski, con un +4. Habla bien de la trascendencia y cómo consiguen hacerse notar de forma positiva cuando son de la partida. De los que lo jugaron todo, destacan Milosavljevic (+2.3) y Lessort (+1.7).

Casimiro explicaba bien su influencia en una entrevista con este medio, donde los designaba como jugadores multiplicadores en base a varios factores. "Si tú tienes jugadores que hacen una serie determinada de cosas y las ponen en práctica todos los días tiene un efecto multiplicador en el resto. Por ejemplo, casos de la gente que hemos tenido lesionada. Si tienes a Alberto que es intenso en defensa, activo, que no para, que está en todas, pues eso se contagia a los que tiene al lado. También Carlos Suárez que juega con un gran corazón, con deseo, entrega... Eso se produce. Si no los tienes esas cosas te faltan. Eso es lo que se llama efecto multiplicador, van llegando a más gente y se producen más veces", exponía el manchego.

Con su ausencia cayeron muchas de las derrotas de la temporada. En líneas generales, los tres tienen un papel principal en el engranaje del cuadro malagueño. Jaime es la referencia ofensiva, Alberto es el puntal defensivo y Carlos Suárez es el pegamento. El Unicaja acumula un 28-18 positivo desde que comenzó la competición, sumando una parte pequeña de esos tropiezos cuando los tres coincidieron sanos. Lo hicieron ante el Joventut casi después de cuatro meses. En ese tiempo se escapó la Copa del Rey y la Eurocup, dos de los tres grandes objetivos del curso. Su ausencia no es una consecuencia directa de estos renglones torcidos, pero sí se echó de menos su aportación.

Su vuelta devuelve ilusión y ambición para el tramo final de la Liga Endesa. No está el caramelo de la Euroliga, pero sí sobre el tapete un título importante. Las vitrinas de Los Guindos sólo tienen cuatro, lo que da alcance de la relevancia de levantar un trofeo. No debe ser un premio menor. "Hay que intentar por todos los medios llegar lo más lejos posible", sentenciaba hace unos días Eduardo García, que hacia referencia el regreso del trío: "Hubo unas lesiones muy fastidiosas en algunos jugadores y se desestabilizó el equipo. Luego conseguimos estabilizarlo y ahora estamos en un momento de pensar en cosas buenas nada más".

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