Gdansk quedará en el recuerdo de Morgan Stilma. En la ciudad polaca, con más tradición por el fútbol que por el baloncesto, debutó el canterano del Unicaja con Holanda. Meses después de proclamarse campeón de la División B sub 18 con los Oranges. Toon Van Helfteren le dio la alternativa en el último partido clasificatorio para el Mundial de China del próximo verano, donde no estará en país de los tulipanes. 

Un día inolvidable para el cajista en el coqueto Ergo Arena. Había previsión de su estreno tras esta primera convocatoria. No jugó en el partido previo ante Croacia y saltó frente a Polonia mediado el segundo cuarto. Tuvo incidencia pronto en el juego, anotando su primera canasta como internacional absoluto. Percutió en la zona y sacó un gancho tras postear hacia su izquierda. Pegó varias veces en el aro y entró. Acabaría con esos dos puntos  (1/2 en tiros de dos y 0/2 en triples), a los que añadiría dos rebotes en algo más de 11 minutos en pista. No se achantó Stilma, de la cosecha del 2000, que combinó el tres y el cuatro. Se emparejó en defensa en algunos lances con Waczynski, su compañero en Málaga. El alero terminó con 18 tantos disfrutando aún de una resaca histórica. 

El malagueño, que tiene raíces holandesas por su padre, escogió el 77. El 7, su número habitual desde que llegó a Los Guindos en edad cadete, estaba libre, pero prefirió el otro dígito. Este bautizo supone un paso más en el crecimiento del canterano cajista, que debutó en la Liga Endesa en diciembre en Donostia. Aún no lo hizo en Eurocup. Esta temporada, después de firmar en el estío un contrato por tres temporadas, es jugador a todos los efectos del primer equipo. Se entrena a diario bajo las órdenes de Luis Casimiro y compite los fines de semana con el EBA de Germán Gabriel, que entró en vereda. Es el único senior tras la marcha de Ablaye Sow y promedia 13.8 puntos, 6.7 rechaces y 1.6 asistencias para 14.9 de valoración en casi 30 minutos en pista en 15 choques. 

Es un año importante para Stilma. En el club malagueño hay certeza de que puede ser un jugador consolidado en la élite, la incertidumbre, como pasó con otros en anteriores etapas, es sí llegará al nivel del Unicaja. Hay satisfacción con su trabajo a diario en el Carpena, se alaba su disciplina. Baloncestísticamente palia su déficit de centímetros con otros jugadores interiores con buena lectura de juego, buen IQ y buenos porcentajes en el lanzamiento. Está por ver si se dan más pasos en su reconversión hacia un jugador más exterior.